Cascadas
En el corazón de la Serra do Courel: así es una de las cascadas más bonitas de Galicia
Esta joya del río Quiroga cuenta con una caída de hasta 12 metros y una poza de aguas cristalinas y turquesas
En la Serra do Courel, un espacio natural de exuberante vegetación aún sin la protección oficial de parque natural, se encuentra la Fervenza do Pombar. También conocida como Pincheira da Ola, esta cascada forma parte del singular paisaje modelado por el río Quiroga en su descenso hacia el Sil, a través de cañones, pozas y saltos de agua que salpican este rincón del sur lucense.
Aunque su caída de agua ronda los 10 o 12 metros, lo que realmente convierte a esta fervenza en una joya natural no es su tamaño, sino el entorno que la rodea. Envuelta por un frondoso bosque de galería, la cascada desemboca en una profunda poza de aguas turquesas, ideal para el baño en los días cálidos. De hecho, está considerada una de las piscinas naturales más bonitas de Galicia, y no faltan quienes se animan a zambullirse en ella durante el verano.
La palabra "fervenza", propia del gallego, describe con acierto la intensidad del agua al caer: como si hirviese al chocar contra las rocas. No es de extrañar que muchos la sitúen entre las diez cascadas más bonitas de Galicia.
Llegar hasta la Fervenza do Pombar requiere cierto esfuerzo, pero la recompensa bien merece la pena. El acceso más directo parte de la carretera LU-P-5001, entre Quiroga y el pueblo de A Cruz de Outeiro. A la izquierda de la vía, una señal de madera indica el inicio del camino. Desde ese punto, el visitante deberá descender a pie unos 920 metros por una pista que se convierte progresivamente en un estrecho sendero pedregoso. El tramo final, en especial en épocas de lluvia, exige precaución, con algunas trepadas y pasos en los que es necesario usar las manos.
A pesar de la falta de protección oficial como parque natural, la Serra do Courel ya ha sido reconocida internacionalmente por su valor geológico y paisajístico como Geoparque Mundial UNESCO.
Además, la cascada cuenta con una “hermana mayor”, la Fervenza da Pedreira, también en el municipio de Quiroga. Con sus 30 metros de caída, constituye otro espectacular ejemplo del poder del agua sobre el modelado del terreno en esta sierra gallega.