
Movilidad
Si tu coche es de diésel o gasolina convencional, atento: llegan las primeras multas por circular con la etiqueta B y C
Miles de conductores españoles ya se enfrentan a sanciones por acceder con su coche a zonas restringidas

Durante años, los conductores se han acostumbrado a ver las etiquetas medioambientales de la DGT pegadas en los parabrisas de los coches. Muchos lo entendieron como un simple distintivo, casi un trámite administrativo. Pero esas pegatinas se han convertido en la llave (o en la barrera) que decidirá por dónde se puede circular en las ciudades españolas.
Si tienes un coche de gasolina o diésel convencional, incluso aunque sea relativamente nuevo, probablemente lleve la etiqueta B (amarilla) o C (verde). Hasta hace poco, estas categorías parecían “seguras” frente a las restricciones de movilidad, ya que las limitaciones se centraban sobre todo en los vehículos más antiguos, sin distintivo. Sin embargo, esto ha cambiado: las primeras multas por circular con etiquetas B y C ya se están imponiendo en distintas Zonas de Bajas Emisiones (ZBE).
Las sanciones, fijadas en 200 euros, están amparadas por la Ley de Tráfico y se aplican a todos los vehículos que accedan sin permiso a estas áreas protegidas. Y lo más relevante es que no hablamos de casos aislados: la normativa se extiende progresivamente por toda España, afectando a millones de conductores.
¿Qué son las Zonas de Bajas Emisiones?
Las Zonas de Bajas Emisiones no son un invento reciente. Nacieron como parte de la Ley de Cambio Climático y Transición Energética de 2021, que obliga a todas las ciudades de más de 50.000 habitantes y a las de más de 20.000 con altos niveles de contaminación a implantar este tipo de áreas restringidas.
En estas zonas, los ayuntamientos pueden limitar el acceso de los vehículos más contaminantes para mejorar la calidad del aire y reducir las emisiones. En España, apenas un 30% de las ZBE previstas están ya en funcionamiento, pero se espera que en 2026 todas las ciudades obligadas cuenten con ellas. Esto significa que la mayoría de la población española vivirá en municipios donde circular libremente con un coche de etiqueta B o C será cada vez más difícil.
¿Qué coches tienen etiqueta B y C?
Para entender el alcance de estas medidas, conviene recordar qué coches llevan cada distintivo:
Etiqueta B (amarilla):
- Turismos y furgonetas de gasolina matriculados entre enero de 2001 y diciembre de 2005.
- Turismos y furgonetas diésel matriculados entre 2006 y 2015.
- Vehículos de más de 8 plazas o transporte de mercancías, gasolina y diésel, matriculados a partir de 2006.
Etiqueta C (verde):
- Turismos y furgonetas de gasolina matriculados desde enero de 2006.
- Turismos y furgonetas diésel matriculados desde septiembre de 2015 (cuando entró en vigor la normativa Euro 6).
- Vehículos pesados, tanto diésel como gasolina, matriculados desde 2014.
En la práctica, casi todos los coches que circulan hoy en España, excepto los híbridos (ECO) y los eléctricos (Cero), tienen una de estas dos etiquetas.
Las primeras multas de 200€ ya están aquí
Ciudades como Bilbao, Madrid, Getafe o Estepona ya han comenzado a aplicar sanciones a los conductores que acceden indebidamente con vehículos B o C.
En Bilbao, por ejemplo, desde este verano está prohibido circular en el centro con etiqueta B en días laborables entre las 7:00 y las 20:00 horas dentro de la ZBE. Incumplirlo conlleva una multa directa de 200 euros. Madrid, por su parte, mantiene restricciones tanto para coches B como C en su ZBE de Distrito Centro, salvo en el caso de quienes acceden a aparcamientos públicos.
Y no son casos aislados: Málaga, Palma de Mallorca, San Sebastián o Cataluña en su conjunto ya han anunciado que seguirán este camino en los próximos años, con plazos que van desde 2027 hasta 2028. Cataluña, por ejemplo, prohibirá en bloque la circulación de estos vehículos en todas sus ZBE a partir de 2028.
Según datos de la Dirección General de Tráfico, en España circulan más de 20 millones de coches con etiquetas B y C. Eso significa que la mayoría de los conductores se verán afectados, directa o indirectamente, por las restricciones.
El impacto no es solo económico por las multas: también afecta a la movilidad diaria. Quienes viven o trabajan en el centro de las ciudades se enfrentan a la disyuntiva de cambiar de coche, recurrir al transporte público o buscar fórmulas alternativas como el carsharing o el uso de aparcamientos disuasorios.
Además, las asociaciones de consumidores ya advierten de que estas medidas pueden depreciar notablemente el valor de los coches de segunda mano con etiquetas B y C, al ser cada vez menos prácticos en entornos urbanos.
Aunque hoy solo unas pocas ciudades multan, el calendario es claro:
- 2026: Todas las ciudades obligadas deberán tener ZBE activas.
- 2027–2028: Varias capitales, incluidas Málaga, Palma y San Sebastián, ampliarán las restricciones. Cataluña aplicará la prohibición generalizada.
- 2030 en adelante: Ciudades como Valladolid o Palma ya han anunciado que en esa fecha también limitarán la circulación de los coches con etiqueta C.
Las ZBE no son una medida puntual, sino una política que irá a más en los próximos años. Las primeras multas por circular con etiquetas B y C son solo el inicio de un cambio profundo en la movilidad urbana en España. Lo que hasta ahora parecía un aviso se ha convertido en una realidad tangible: si tienes un coche de diésel o gasolina convencional, tu forma de moverte por la ciudad ya no será la misma.
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