Este es el espectacular acantilado gallego al que podrás volver a acceder en julio

Desde lo alto, parece flotar entre el cielo y la tierra. La senda se curva con timidez entre el verde de los acantilados y el azul espumoso del Cantábrico, como si dibujara un secreto a cada paso. Aunque O Fuciño do Porco (Hocico del Cerdo) es mucho más que un sendero: es uno de esos lugares en los que Galicia se exhibe salvaje y serena al mismo tiempo, recortada contra el horizonte con la forma caprichosa de un hocico de cerdo. De ahí el nombre un acantilado que ha terminado por convertirse en una mezcla de vértigo y naturaleza.

Situado en el municipio lucense de O Vicedo, entre las playas de Abrela y San Román, este mirador natural se ha transformado en los últimos años en un destino casi imprescindible en Galicia.

La pasarela de madera, que avanza por una cresta afilada hasta alcanzar la baliza marítima, ofrece unas vistas espectaculares de la ría de Viveiro y del litoral cantábrico. Cada verano, miles de personas se acercan a recorrer sus apenas dos kilómetros de recorrido, en una experiencia que mezcla naturaleza, vértigo y contemplación. Hasta el punto de convertirse en un icono turístico de la Mariña lucense.

Pero ese mismo éxito, unido a la acción erosiva del mar y del viento, causó problemas en el acceso a finales de 2023. Los temporales de ese invierno provocaron el deterioro de la escalera de madera que conecta el sendero con el tramo final, junto al faro, haciendo imposible la entrada al mirador por motivos de seguridad.

Reapertura en julio y sistema de reserva previa

Ahora, el Concello de O Vicedo ha confirmado que O Fuciño do Porco está próximo a reabrir sus puertas al público. Si todo va bien, lo hará este mes de julio, tras la finalización de los trabajos de rehabilitación que comenzaron ayer.

La empresa Tragsa es la encargada de recolocar la pasarela afectada, una operación que se prevé que dure unos diez días. Esta actuación permitirá volver a habilitar el acceso completo al mirador, siempre y cuando se cumplan las condiciones de seguridad exigidas.

Además, el Concello pondrá en marcha un sistema de acceso mediante reserva previa, con el objetivo de controlar el aforo y preservar el entorno natural. Este modelo ya se aplicó en temporadas anteriores y se articulará a través de una página web, donde los visitantes deberán seleccionar fecha, franja horaria y número de personas.

El objetivo es garantizar una experiencia segura, evitando aglomeraciones y reduciendo el impacto sobre un ecosistema especialmente sensible a la erosión.

A medio plazo, se estudia una solución estructural más ambiciosa: la construcción de una nueva pasarela metálica de 100 metros de longitud, con dos apoyos de gran tamaño que garanticen su resistencia frente a los embates del tiempo. La Autoridad Portuaria de Ferrol-San Cibrao tramitará el proyecto definitivo, con un coste estimado de 800.000 euros, y la colaboración de distintas administraciones implicadas.