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Este es el santuario gallego donde los vivos van de romería y las almas de los muertos de excursión

Encaramado sobre los acantilados más altos de Europa, este lugar mágico combina naturaleza, misticismo y leyenda

Este es el santuario gallego donde los vivos van de romería y las almas de los muertos de excursión
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Galicia es tierra de mitos, paisajes de ensueño y tradiciones que se aferran al alma, y pocos lugares lo representan mejor que San Andrés de Teixido, un santuario que no solo es famoso por su belleza natural, sino también por una leyenda única: "a San Andrés de Teixido va de muerto quien no fue de vivo". Este enclave mágico, situado en la Serra da Capelada, combina espiritualidad, historia y naturaleza en una experiencia que no deja indiferente a nadie.

Entre acantilados y leyendas

San Andrés de Teixido se encuentra en el municipio de Cedeira (A Coruña), rodeado de los acantilados más altos de Europa continental. Desde aquí, el Atlántico despliega su inmensidad mientras las montañas verdes parecen vigilar cada rincón. Este paisaje, que a menudo se envuelve en la niebla, alimenta el carácter misterioso del lugar.

El santuario data del siglo XII y está dedicado a San Andrés, uno de los apóstoles más venerados del cristianismo. La leyenda local dice que, tras quejarse al cielo de que su templo no atraía tantos fieles como otros, Dios le prometió que todos los mortales, vivos o muertos, deberían visitarlo al menos una vez. Desde entonces, el peregrinaje al santuario se ha convertido en una tradición profundamente arraigada en Galicia, con miles de personas que llegan cada año para cumplir con el ritual.

Un santuario cargado de simbolismo

El templo de San Andrés, con su fachada blanca y sus detalles góticos, es un lugar sencillo pero cargado de simbolismo. Los visitantes que llegan no solo vienen a rezar, sino a sumergirse en una tradición de rituales que han pasado de generación en generación. Uno de estos rituales consiste en llevar una piedra hasta un montículo cercano, conocido como "milladoiro", un gesto que simboliza el alivio de las penas y el recuerdo de las almas que no pudieron realizar el peregrinaje en vida. Además, muchos peregrinos aprovechan su visita al santuario para encender velas, pidiendo al santo favores como salud, amor o fortuna, una costumbre que refleja la profunda devoción y las esperanzas que este lugar despierta en quienes lo visitan.

Un lugar con corazón mágico

El entorno de San Andrés no solo invita a la espiritualidad, sino también al asombro por la naturaleza. En las inmediaciones crecen las famosas "herbas de namorar", pequeñas flores silvestres que, según la tradición, tienen poderes mágicos para atraer el amor. Estas plantas, también conocidas como "clavelinas de monte", son recogidas por los peregrinos como amuleto romántico.

Además, no puedes irte sin beber de la "fuente de los tres caños", una fuente milagrosa donde los visitantes lanzan una miga de pan al agua mientras formulan un deseo. Si la miga flota, el deseo se cumplirá; si se hunde, habrá que perseverar.

Curiosidades que sorprenden

Una de las creencias más curiosas de San Andrés de Teixido es la idea de que las almas de los muertos, al no haber podido hacer el peregrinaje en vida, se reencarnan en forma de animales pequeños, como insectos. Por esta razón, en el santuario existe un respeto especial hacia los insectos, y muchos visitantes evitan pisar incluso una simple hormiga, por si acaso es el alma de algún ser querido en su viaje.

Otra tradición fascinante es la de las figuritas de miga de pan. Los peregrinos, al llegar al santuario, confeccionan pequeñas esculturas con pan, que suelen representar animales o formas simbólicas, las cuales se venden como amuletos. Estas figuras no solo son recuerdos, sino también talismanes que representan la conexión entre los seres humanos y lo divino.

Por último, es común que los visitantes dejen ofrendas de comida en el santuario, conocidas como "comidas de ánimas", para rendir homenaje a los difuntos. Este gesto no solo es una muestra de respeto, sino que también refuerza el lazo espiritual entre los vivos y los muertos, siguiendo una tradición ancestral que mantiene viva la relación con el más allá.

Cómo llegar y disfrutar del viaje

El camino hacia San Andrés de Teixido ya es una experiencia en sí mismo. Puedes recorrerlo a pie, siguiendo las rutas tradicionales de peregrinación, como el Camiño dos Arrieiros, que conecta Cedeira con el santuario, o llegar en coche, disfrutando de paisajes espectaculares en cada curva.

Desde la carretera, te recibirán las verdes praderas de la Serra da Capelada, donde pastan caballos salvajes, y unas vistas que combinan mar y montaña en un contraste quequita el aliento. Además, no olvides hacer una parada en el Mirador de Vixía Herbeira, desde donde se pueden contemplar los acantilados más altos de la zona.

Visitar San Andrés de Teixido es mucho más que una excursión; es un viaje al corazón de Galicia y a sus tradiciones más arraigadas. Aquí se respira un aire diferente, cargado de misticismo, mientras la naturaleza y la espiritualidad se entrelazan para ofrecer una experiencia inolvidable.

Y recuerda: si no lo visitas ahora, tu alma podría tener que hacerlo más adelante. Mejor no tentar a la suerte, ¿no crees?