Paraje natural
Galicia esconde los castaños más altos de Europa
Cuentan que Emilia Pardo Bazán se inspiró en esta fraga en ‘Los Pazos de Ulloa’, escribiendo varios capítulos ante la imponente belleza de este bosque de gigantes
La Fraga de Catasós, a las afueras de la villa de Lalín -a medio camino entre Santiago y Ourense-, esconde robles y castaños centenarios. Un lugar cuya vista retrotrae al visitante hacia el pasado, hacia otro tiempo y otro relato en el que las castañas de estos árboles servían de sustento en los largos meses de un invierno interminable, y en el que la madera se empleaba para alumbrar y construir, fabricando las vigas de los pazos de estas tierras del Deza.
Un poso que llega que llega hasta nuestros días y que la valió la declaración de Monumento Natural en el año 2000, a la que sumó, en 2017, en 2017, la de Espacio Natural de Interés Local (ENIL). Todo gracias unos robles y castaños que alcanzan los 30 metros de altura, considerados los más altas de Europa, y suman cinco metros de diámetro.
Estas dimensiones inhumanas dotan a la Fraga de Catasós, conocida también como Carballeira de Quiroga, de una atmósfera mágica; un remanente de los antiguos bosques atlánticos que una vez cubrieron gran parte de Galicia.
Aquí, los visitantes pueden explorar senderos serpenteantes que atraviesan el denso bosque de robles y castaños, mientras disfrutan del frescor del aire puro y el canto de los pájaros.
El paseo a través de la Fraga de Catasós es sencillo y bien señalizado. Los diferentes paneles informativos convierten la visita en una experiencia mucho más enriquecedora, aportando información para comprender el interés de esta fraga, modesta en su extensión, pero intensa en cuanto a la fuerza y belleza de su arbolado.
[[H3:Un lugar para ‘Los Pazos de Ulloa’]]
Los árboles que configuran la fraga se plantaron en el siglo XIX en el pazo de la familia Quiroga, motivo por el que también se conoce al lugar como la carballeira de Quiroga.
A esta casa solariega se accede desde el bosque siguiendo un precioso sendero. En 1884, uno de los miembros de la familia se casó con la popular escritora gallega Emilia Pardo Bazán, quien más tarde escribiría en este pazo algunos capítulos de ‘Los pazos de Ulloa’ ante la imponente belleza de este bosque de gigantes.
Un lugar por el que pasan, también, dos de las rutas de peregrinación a Compostela -el Camino de Invierno y la Vía de la Plata-, y que sigue ofreciendo al visitante un cierto misticismo de bosque frondoso rodeado de misterio.
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