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Adicciones

Galicia, primera comunidad en prohibir a los menores vapeadores y bebidas energéticas

Se equiparan los cigarrillos electrónicos al tabaco y los refrescos estimulantes al alcohol

Imagen de archivo de una chica con un vapeador EFE

Galicia se sitúa a la vanguardia de la protección de la infancia frente a las adicciones con la aprobación del Proyecto de ley de protección de la salud de las personas menores y prevención de las conductas adictivas. El texto, impulsado por la Xunta y aprobado este lunes en Consello, convierte a la Comunidad en la primera de España que prohibirá tanto la venta como el consumo de cigarrillos electrónicos y bebidas energéticas a los menores de edad.

El presidente del Ejecutivo gallego, Alfonso Rueda, destacó que se trata de “una norma valiente, ambiciosa y necesaria”, que aspira a proteger la salud de los adolescentes frente a nuevos riesgos que han cobrado fuerza en los últimos años. Con esta ley, explicó, las bebidas energéticas se equiparan al alcohol y los vapeadores al tabaco en términos de restricciones para la población menor de edad.

La norma, que será remitida ahora al Parlamento gallego para su tramitación y que podría quedar aprobada antes de que finalice el año, ha incorporado aportaciones de entidades sociales, sectores implicados, administraciones públicas y ciudadanía.

El conselleiro de Sanidade, Antonio Gómez Caamaño, que acompañó a Rueda en su comparecencia ante los medios, subrayó su enfoque integral y transversal: no se limita a las sustancias adictivas tradicionales, sino que incorpora también el juego, el uso problemático de las tecnologías digitales o el consumo de productos emergentes.

Casi la mitad de las adolescentes ‘vapean’

El proyecto parte de la evidencia científica y de los datos del último informe ESTUDES del Ministerio de Sanidad, que muestran una realidad preocupante: a los 14 años, un 41,5% de los adolescentes ya han probado los vapeadores, con un porcentaje significativamente mayor en niñas (45,9%) que en niños (37%). En cambio, el consumo de tabaco tradicional en esa franja de edad es del 17,2%.

La Xunta advierte de que incluso los vapeadores sin nicotina contienen elementos tóxicos y representan un riesgo para los menores. Por eso, el texto legal prohíbe su venta y uso entre menores, e incluye también medidas para reducir el tabaquismo pasivo: no se podrá fumar en un radio de 50 metros de los accesos a centros educativos, sanitarios o edificios públicos, ni en marquesinas de transporte ni piscinas de uso público.

El equivalente a tres cafés

Otro de los ejes fundamentales de la ley es la regulación de las bebidas energéticas. Galicia será pionera en España al prohibir su venta y consumo por parte de menores, tal y como ya han hecho países como Polonia o Letonia.

Estas bebidas, cuando superan los 32 mg de cafeína por cada 100 ml, pueden equivaler a tres cafés. En adolescentes, ingestas por encima de los 60 mg afectan al sueño y, a partir de los 160 mg, pueden provocar trastornos psicológicos, de comportamiento e incluso cardiovasculares.

Su consumo está además muy extendido en combinación con alcohol, lo que multiplica los riesgos. Para limitar el acceso, los comercios deberán colocarlas separadas del resto de refrescos y se reforzará la concienciación social sobre sus efectos.

En caso de que un menor de edad sea atendido en un centro sanitario por intoxicación derivada del consumo de sustancias psicoactivas, se llamará a sus responsables legales para asesorarlos y, si se repite la situación, se ofrecerá un programa específico de ayuda.

Más control y sanciones educativas

La ley también amplía las restricciones al alcohol en los espacios donde se encuentran menores. No se permitirá su venta en centros escolares, de ocio infantil o en recintos de espectáculos dirigidos al público juvenil.

Además, se prohíbe la promoción de bebidas alcohólicas mediante prácticas que fomenten el consumo descontrolado. Las máquinas expendedoras deberán contar con sistemas que verifiquen la mayoría de edad para ofrecer este tipo de bebidas.

Una de las novedades más destacadas de la norma es la posibilidad de sustituir sanciones por programas educativos y asistenciales. En lugar de multas, los menores que infrinjan la ley podrán participar en cursos de deshabituación tabáquica, concienciación sobre el alcohol o el cánnabis, o incluso realizar trabajos en beneficio de la comunidad relacionados con la conducta infractora.

Prevención familiar, escolar y sanitaria

El nuevo marco legal pone el foco en la promoción de la salud desde edades tempranas. En los controles del programa de salud infantil a partir de los 12 años se incorporarán cribados para detectar el consumo de tabaco, alcohol, cánnabis, bebidas energéticas y el uso problemático de tecnologías.

En cuanto a la competencia sancionadora, la nueva ley actualiza el reparto de responsabilidades y traslada la potestad para sancionar las infracciones del “botellón” desde los ayuntamientos a los departamentos territoriales de Sanidade, siguiendo el modelo de la ley de 2010 que ya fue pionera al restringir el acceso de menores al alcohol.

Para garantizar la aplicación efectiva de todas estas medidas, se creará una Comisión de Prevención de las Adicciones en Galicia que estará formada por responsables de las áreas de Sanidade, Educación, Juego, Juventud y Protección a la Infancia, así como representantes de administraciones locales y entidades sociales implicadas.