Historia y naturaleza

Una joya del románico gallego escondida en lo más hondo de la Ribeira Sacra

La región contiene la mayor concentración de construcciones religiosas de este estilo en toda Europa

Santo Estevo de Ribas de Miño.
Santo Estevo de Ribas de Miño.Wikipedia

En lo más profundo de la provincia de Lugo, entre los valles fértiles y escarpados de la Ribeira Sacra, se alza uno de los tesoros más escondidos de Galicia: la iglesia románica de Santo Estevo de Ribas de Miño. Este monumento no solo destaca por su riqueza histórica y artística, sino por su ubicación privilegiada, rodeado de viñedos en bancales y montañas que descienden abruptamente hacia el río Miño.

Las primeras fuentes que se conocen sobre este antiguo monasterio se refieren a un inventario de la Mitra de Lugo del s.XII.

Lo más destacado del edificio actual es su adecuación al terreno, siendo necesario rebajar la ladera, así como construir una cripta para sostener los pies del templo. Porque la iglesia de Santo Estevo se encuentra en un punto elevado, prácticamente descolgado sobre el Miño, en la parroquia de O Saviñao, en plena Ribeira Sacra.

Esta región, conocida por sus cañones y viñedos, es también la de mayor concentración de patrimonio religioso de estilo románico de toda Europa. Desde la Alta Edad Media hasta el tiempo de la Desamortización los conventos jugaron en esta parte de Galicia un papel de especial importancia.

También ahora son importantes los cenobios y la cultura que alrededor de ellos se generó, porque le imprimieron a esta tierra un aura única en el mundo, y porque llegaron hasta nuestros días como testimonio del pasado en la cultura del presente.

Desde Santo Estevo, los visitantes pueden disfrutar de unas vistas impresionantes de los meandros del Miño, que serpentea entre montañas cubiertas de bosques autóctonos y viñedos en terrazas. Estas tierras han sido trabajadas durante siglos en un esfuerzo titánico por parte de los viticultores, creando los famosos vinos de la Ribeira Sacra que, hoy en día, tienen un reconocimiento internacional.

Un monumento al arte románico

La iglesia de Santo Estevo de Ribas de Miño es una joya del románico gallego, construida entre finales del siglo XII y principios del XIII. Su fachada es una de las más destacadas del estilo en Galicia, con una cuidada ornamentación que refleja la destreza de los maestros canteros de la época.

Fachada principal.
Fachada principal. Turismo de Galicia

La fachada principal está decorada con arquivoltas de medio punto, donde se observan motivos vegetales y geométricos, una muestra de la riqueza simbólica y artística de la arquitectura románica. Una fachada que remite al Pórtico de la Gloria, no sólo en formas sino también en soluciones.

Sobre la cripta inferior se estructura la fachada en tres vanos que no se corresponden con la organización interior de la nave. Un tejaroz con canecillos en los que se apoyan arcos de medio punto divide a su vez en dos la fachada, separando el gran rosetón calado con círculos y alargados pentágonos.

El interior de Santo Estevo, de una nave única, destaca por su sobriedad y serenidad. Las piedras desnudas y la luz suave invitan al recogimiento y a la contemplación. La iglesia fue un punto clave en la vida religiosa y social de la zona durante la Edad Media, vinculada al monasterio de monjes benedictinos, del que se tiene constancia documental.

El paisaje cultural de la Ribeira Sacra

Santo Estevo no es solo un monumento en medio de la naturaleza, sino que forma parte de un paisaje cultural único, donde el ser humano y la naturaleza han convivido en una simbiosis perfecta durante más de mil años.

La Ribeira Sacra toma su nombre de los numerosos monasterios que poblaron sus tierras desde los primeros siglos del cristianismo, cuando los monjes buscaron en estos valles recónditos un lugar de retiro y oración. "Sacra" alude precisamente a este carácter espiritual que define la región.

La Ribeira Sacra.
La Ribeira Sacra.Pixabay

Su aislamiento geográfico, con sus escarpadas laderas y sus cañones fluviales, convirtió estos monasterios y templos en auténticos centros de vida cultural y religiosa que han llegado a nuestros días.

Aquí descansan, entre otros, Santo Estevo de Ribas de Sil, antiguo convento cuyo edificio ha sido totalmente rehabilitado e integrado en la red de Paradores Nacionales; el convento de San Pedro de Rocas; las iglesias de San Paio de Diomondi y la de San Miguel de Eiré, o los monasteios de Santa Cristina de Ribas de Sil y Montederramo.

Además, la Ribeira Sacra ha sido reconocida por su singular valor paisajístico y cultural, y está en camino de ser declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, un reconocimiento que subrayará su importancia como espacio donde se funden naturaleza y patrimonio de manera ejemplar.