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Hostelería

En pleno septiembre, la hostelería de Vigo ya se prepara para el encendido de las luces de Navidad

Restaurantes de la ciudad han adelantado sus menús de grupos y abren la reserva para cenas de empresa, con precios que ya superan los 30 euros y plazas que vuelan en cuanto se anuncia la fecha del encendido

Imagen de archivo de la instalación navideña de Vigo X

Aún faltan más de dos meses para que las calles de Vigo se iluminen, pero el sector de la restauración ya trabaja a contrarreloj. El restaurante Palo-Palo, uno de los más veteranos del centro, ha sido el primero en presentar sus propuestas para comidas y cenas de empresa de noviembre y diciembre, y detrás de él han seguido una docena de locales que no quieren perderse la avalancha de reservas que se prevé. La estrategia es clara: adelantarse al resto y asegurar mesas antes de que el ayuntamiento confirme el día del encendido, momento en el que la demanda se dispara y los teléfonos se colapsan.

La cifra mágica ronda los 30 euros. Por debajo de esa cantidad es casi imposible encontrar un menú cerrado para grupos, bebida incluida, y la tendencia es al alza. Los empresarios justifican el incremento por el encarecimiento de la materia prima y la energía, pero también por la necesidad de ofrecer platos más elaborados que justifiquen la experiencia navideña.

A pesar de ello, las reservas no bajan: muchos establecimientos ya tienen la mitad de los fines de semana de diciembre completos y advierten que, a este ritmo, volverá a repetirse la situación de años anteriores, cuando en plena temporada era casi imposible cenar fuera sin haber reservado con semanas de antelación.

Ampliación de horarios y cocinas que no paran

Para absorber la marea de clientes, algunos restaurantes han decidido ampliar el horario de cocina de forma casi continua: desde las doce del mediodía hasta bien entrada la madrugada. La fórmula permite ofrecer comidas tardías y cenas muy nocturnas sin solución de continuidad, algo que atrae tanto a turistas como a vigueses que prefieren evitar los picos tradicionales. Además, se ha generalizado la petición de un depósito del 50 % al confirmar la reserva, una medida que protege al local frente a los plantones y que, de forma indirecta, obliga al cliente a comprometerse con la cita.

El fenómeno no se limita a los días previos a Navidad. Muchos locales han decidido abrir también Nochebuena y Fin de Año, jornadas que hasta hace pocos años cerraban para descansar. Ahora, sin embargo, suponen un colofón perfecto a dos meses de ritmo frenético y facturación récord.