Gastronomía

5 terrazas en las que reservar el día del padre

Si aún no te has decidido, hazlo rápido porque las mesas vuelan

MADRID.21/12/2020.Restaurante volea . Cocinero Oscar Portal y el jefe de sala Jorge Dávila Rubén Mondelo
MADRID.21/12/2020.Restaurante volea . Cocinero Oscar Portal y el jefe de sala Jorge Dávila Rubén MondeloRuben MóndeloLa Razón

-Jorge Dávila, referente en la dirección de sala, uno de los responsables de las estrellas Michelin obtenidas en Álbora y A’Barra y premio nacional de gastronomía, y el cocinero Óscar Portal son los responsables de que en Volea se coma y se beba tan bien. Portal es el ideólogo de unas recetas de temporada sabrosas, sin artificios y basadas en la mejor materia procedente del pequeño productor para centrarse en su origen y rendir tributo a una moderna tradición. A ambos les apasionan los retos y al que se enfrentan es arriesgado, ya que su objetivo es atraer a los jugadores que dejan la raqueta con hambre, pero también a quienes no acuden a jugar, sino a comer bien recetas con una calidad-precio imbatible. Por eso, optan por no ofrecer un menú, pero sí sugerencias diarias para armonizar con los vinos propuestos por Dávila. ¿Qué pedir? La tortilla abierta con mortadela trufada, berros y tomate, las sardinillas en aceite de oliva con su torta de aceite y tomate de colgar, el huevo Perigord con trufa, foie y salsa de Oporto, la paletilla de cordero lechal con puré de patata y jugo de Oporto o la pizza de jamón ibérico y tomate Piennolo. Y, por supuesto, un arroz, que también los hacen para llevar. Entre ellos, el arroz del senyoret seco, de verduras o el de pichón con butifarra negra. ¿Lo mejor? De tres a cinco, unos animadores se encargan de los más pequeños para que nosotros podamos disfrutar del almuerzo. (www.volea.net).

-Comer un día cualquiera en la Casa de Campo a orillas del lago no tiene precio. Más si los platos tienen el sello de Javier Goya, Javier Mayor y David Alfonso, fundadores del Grupo Triciclo, que se han asociado con los propietarios de The Hat Madrid para inaugurar Villa Verbena. Con un cenador aún por culminar y una parrilla vista, en este emplazamiento rodeado de naturaleza los protagonistas son las carnes, pescados y verduras a la brasa, productazos que alimentan una cocina sencilla a medio camino entre Súa y La Elisa. Ejemplos son el matrimonio de anchoa y boquerón, la ensaladilla con escabeche de bonito y salazones, croquetas, bravas con ali oli de ajo asado, morcilla de arroz y chistorra a la brasa, torreznos con revolconas... Difícil elección. La cosa se pone seria con el rosejat de marisco, las pochas con bacalao y su pil pil y el canelón de rabo con salsa de setas y pecorino trufado, platos redondos y equilibrados como nos tienen acostumbrados los cocineros, los mismos a los que podemos observar mientras juegan con el fuego y alcanzan el punto perfecto de los pescados (bacalao, lubina...) y las carnes (lomo, chuleta, entraña y vacío de vaca), que llegan a la mesa con su guarnición (lechuga con cebolla, piquillos, pimientos y patatas fritas) (www.villaverbenamadrid.com).

-Santerra Neotaberna es la propuesta más internacional de Miguel Carretero. Para celebrar su aniversario, incluye varios platos y cócteles nuevos, además de estrenar una terraza para treinta comensales en la que disfrutaremos de música en directo los fines de semana. Bocados icónicos son las croquetas, los callos y el flan, mientras que los rejos chili peppers, la lubina de estero frita con mojo verde o el torrezno con salsa de tomatillo verde son otras recetas que no fallan, lo mismo que la causa limeña con mejillones en escabeche como conexión Perú-España, la gilda vasco-mexicana o un guiño a la India con las samosas de calamar en su tinta con yogur con menta, que son algunas de las novedades en carta. Asimismo, al equipo de coctelería se ha unido Lili de Mendoca, formada en Salón Cascabel y en Punto MX (C/ Ponzano, 62).

-Doña Luz es uno de los sky rooftoop imprescindibles de Madrid a los que ir a cualquier hora del día, ya sea para tomar el aperitivo, comer, merendar, cenar o tomar un cóctel. Siempre es apetecible reservar mesa en azotea con vistas y más ahora que los días comienza a ser más largos. Sí, sin duda, la primavera es la mejor estación para descubir este emplazamiento en el que tan bien se come y se bebe. ¿Qué pedir? Para abrir boca, las croquetas y la ensalada de burrata antes de probar el ceviche peruano, porque quien opte por una carne el chuletón de ternera a la brasa es su opción. Para terminar, la copa de helado de pistacho, sin duda (www.donaluzmadrid.com).

-Ostras –al natural o con ponzu y mignonette de lima y jengibre-, caviar imperial zar sobre tosta fina y crujiente con crema chesseyolk o croquetas de cecina de León. Tiradito de salmón Nikkei con aliño de soja cítrica, aguacate, chile y mousse de queso, sésamo, cebollino y tobiko o el steak tartar de vaca vieja con tejas de pan. Entre los pescados, el rodaballo con verduritas, salsa romesco y crujiente de plátano o el pulpo y panceta, cocinados a baja temperatura con marinada osaka, parmentier y aceite verde mientras que los paladares carnívoros preferirán el solomillo de vaca vieja con quenelle de patata trufada, mermelada de hongos y jugo de ternera ¿De postre? Coulant de chocolate con helado de galletas y pepitas de chocolate para los más golosos. Si no conocéis Aurora Madrid, corred y reservad, porque se trata de un espacio transgresor en el que se come rico y, encima, es posible alargar la tarde en la terraza en la que disfrutar de un vino o copa mientras escuchamos música. (C/ Alberto Alcocer, 32).