Gastronomía

¿Qué come David Guetta?

Sergio Mayor, que ha cocinado durante meses para el DJ francés, ahora lo hace en el bar Lalopez para los vecinos del mercado de Antón Martín

12/03/21 Madrid. Barrio Las LetrasSergio L—pez, chef del puesto LaLopez en ele Mercado de San Ant—n.@Cipriano Pastrano
12/03/21 Madrid. Barrio Las LetrasSergio L—pez, chef del puesto LaLopez en ele Mercado de San Ant—n.@Cipriano PastranoCipriano Pastrano DelgadoLa Raz—n

Cada uno tiene su bar favorito, ese al que acude fiel, porque el camarero le llama por su nombre y le pone «lo de siempre». El del siempre bullicioso mercado de Antón Martín ha tenido desde hace ocho décadas sus fieles parroquianos y ahora nosotros nos hemos unido desde que Sergio Mayor le ha dado una nueva vida. Bautizado como Lalopez, es el primer proyecto personal del cocinero de David Guetta. Sí, ha leído bien. Y, por si se nos ocurría dudarlo, nos muestra los whatsapp. Aún sigue sin saber cómo consiguió su número: «Mi nombre sonaba como candidato y solo le pregunté por qué me había elegido a mí, porque la prueba ha hicimos varios cocineros en Londres». Antes de viajar, le consultó sus gustos y al confesarle su pasión por la barbacoa, «me llevé una en la maleta, además de mis cuchillos», explica el chef.

Poco después, estaba instalado en Villa Titanium, la casa ibicenca del DJ francés: «Es un tipo súper cercano y campechano. Nada excéntrico. No me daba pautas de los menús. Me dejaba vía libre para cocinarle lo que yo quería». ¿Cuáles son sus platos preferidos? Curioseamos: «Recetas sencillas. Desde el tomate confitado, que servimos aquí, a una tortilla de patata, una tarta pavlova o, incluso, el típico filete de pollo empanado que se le antojó durante una travesía en barco».

De Ibiza a Lavapiés

Por ahora, esta aventura es agua pasada al estar centrado en este puesto «cantoso, pero molón», a cuya inauguración no faltará ni Mayumaná. A la llamada del músico galo acudirá un compañero de su confianza, de la misma manera que hace unos días tampoco viajó a Honduras para dar de comer al equipo de «Supervivientes» y en su lugar lo hizo otro colega. De Ibiza a Lavapiés, y está feliz: «He abierto en el mercado para abaratar costes. Estoy solo en la cocina y Maialen me ayuda. En un restaurante me jugaría mucho más». Tales eran sus ganas de abrir en plena ola pandémica que atendió a los primeros comensales sin lavavajillas, ni grifo de cerveza, ni datáfono. Va al día y compra lo justo, ya que tampoco tiene nevera, únicamente un timbre frío y una cámara: «Vendemos casi tres kilos diarios de ensaladilla, una barbaridad para un negocio tan pequeño. Solo lleva patata, zanahoria, huevo y mayonesa y vuela, porque la preparo a diario y no la conservo en la cámara», asegura, al tiempo que nos muestra la carta de primavera con el primer gazpacho de la temporada y los seis platos del menú (35 euros) con bocados como el salmón miso y el udón, caldo japonés con anchoa: «Está todo inventado. Por eso, es necesario personalizar las recetas para diferenciarse», dice el alumno aventajado de Abraham García.

Ejemplos de ello son el arenque del Báltico marinado con aguacate y mango, el tomate confitado, uno de los bocados preferidos del músico, el sam de salmón con aguacate, lima y encurtidos y la burrata de Puglia sobre una base de tomate y albahaca: «Cambiamos platos todas las semanas, porque la gente repite mucho. En un principio, pensamos que el negocio no iba a ser viable, pero desde el primer mes hemos facturado bien y nos da para vivir. Y, en cuanto acabe la pandemia, nos irá mejor, porque nuestra clientela es nacional». Pero cuidado, porque aquí, sobre todo, se viene a disfrutar del plato del día, anunciado en la web, por ocho euros (patatas con costillas, lentejas estofadas con las viandas de Luis el casquero...), que prepara pensando en los tenderos que se levantan a las cuatro de la mañana para ir a Mercamadrid. Busque su hueco.