Gastronomía
Un vino de pueblos
Beber vino es por lo común una fuente de sensaciones no tanto físicas como emocionales. Cada copa encierra lo que ahora se llama relato y una idea inspiradora. Al beber Mundo Zeppeling, cuyo nombre rinde evidente homenaje a la banda de rock de los 70, disfrutamos de la decisión de una pareja de enólogos argentinos junto a un elaborador autóctono, a la hora de buscar un viñedo singular en el Bierzo. Concretamente, en tres pequeños pueblos (Ozuela, Orbanajo y Rimor), al suroeste de Ponferrada, para transmitir esos valores imprescindibles y hoy perdidos del mundo rural.
A la manera de Menosprecio de corte y alabanza de aldea, del renacentista Antonio de Guevara, la mencía es aquí pura tipicidad y aromas de paisaje. Pasear por esos suelos pizarrosos en pendiente de esa recoleta comarca, es también compartir la amable humanidad de
los bercianos, con el inefable y grande Jose Silvano a la cabeza. Este vino tiene el santo y seña de la viticultura de escasa intervención, el mimo de un viñedo longevo y la medida y suave crianza. Unido a la húmeda y atlántica añada 2018. Y así, el rumor de este tinto es el de los frutos rojos de auténtica limpieza, de la frescura y verticalidad, y de la sencilla y hermosa expresión en nariz y boca. Todo como ese mundo rural que tanto añoramos.
Bodegas: Vinos de pueblo.
Nombre: Mundo Zeppeling Tinto 2018.
D.O: Bierzo.
Precio: 22 euros.
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