Gastronomía

La quisquilla como fetiche

Propietario de Casa Joaquín en Almería
Propietario de Casa Joaquín en AlmeríaLA RAZÓN

Hay un mapa a veces no muy conocido donde los lugares de buena vida y de gastronomía habitualmente oculta se repiten a susurros entre iniciados. La peregrinación a Almería pasa obligadamente por Casa Joaquín. En la antigua taberna portuaria, el hijo del fundador del mismo nombre ha ampliado la leyenda que habla de una enfermiza búsqueda de las delicias náuticas. Las gentes almerienses, en ocasiones no muy proclives a la buena vida, saben que no hay nadie que elija o pague el producto como Joaquín. Mordaz, con ese semblante serio que discrimina a los que realmente tienen clase para sentarse en una de sus mesas, va desgranando en una personalísima carta las pinceladas de felicidad.

De tal suerte, en este restaurante un tanto hermético la quisquilla se ofrenda como en un altar. Se trata de una de deliciosa pieza, limpia, fresca, de hueva azul aristocrática. Inigualable. En la complicidad marisquera, junto a la cigala solo cuando es excepcional, merece capítulo aparte la gamba roja normalmente del Cabo de Gata. Aquí todo lleva el sello del mar de la zona, ese que arroja unos ejemplares únicos, a la plancha o en ocasiones con un ajillo con guindilla para quitar el sentido. El expediente de la fritura adquiere cotas memorables gracias al dominio de un aceite que baña excelsos productos como el calamar o el galán hembra, el conocido como lorito o raor por otras latitudes.

Aquí se viene a disfrutar sin aspavientos, sin necesidad de recurrir al Instagram lamentable, y solo a que este personaje de raza, socarrón y entrañable, nos agasaje con selectas chacinas, una más que correcta ensaladilla rusa, anchoas en salazón, o lo que vaya surgiendo de una despensa recoleta pero profunda.

Los vinos son acertados aunque se echa de menos alguna alegría pre pandemica. Éste este es uno de los artículos que más apetece escribir y menos compartir porque al final somos avaros de los lugares de culto. Como dijo John Lennon, antes de Elvis no había nada. Por eso, Almería sin Casa Joaquín es otra ciudad.

Cocina: 9 Bodega: 6,5 Sala: 7 Felicidad: 9,25

Dónde: C/ Real, 111. Almería.

Tel.: 950 26 43 59.

Precio medio: 65 euros.