La auténtica receta donostiarra de la tarta de queso La Viña

En el corazón de la pintoresca parte vieja de Donostia, el bar restaurante La Viña se ha convertido en un lugar de peregrinación gastronómica gracias a su exquisita selección de tapas y pintxos. Sin embargo, lo que realmente ha llevado a este establecimiento a la fama, tanto a nivel nacional como internacional, es su emblemática Tarta de La Viña. Este deleite culinario, particularmente apreciado por los amantes de las tartas de queso, se ha ganado un lugar especial en el paladar de quienes tienen el privilegio de probarlo.

Santiago Rivera, propietario de La Viña y el creador de esta obra maestra, ha compartido generosamente su receta con el mundo, permitiendo que los entusiastas de la repostería la reproduzcan en la comodidad de sus hogares. Aunque aquellos que han tenido el placer de degustarla directamente en el bar afirman que hay algo único en la versión original, es innegable que la posibilidad de recrearla en casa es un regalo para los amantes de las tartas de queso.

La Tarta de La Viña ha ganado reconocimiento como una de las mejores tartas de queso de España, según varios rankings especializados. El secreto detrás de su éxito radica en el alto porcentaje de grasa de los lácteos utilizados en la receta, lo que le confiere una cremosidad incomparable. Sin embargo, el cuidado en los tiempos de horneado es esencial para preservar la esencia de la receta y evitar posibles desviaciones.

La receta

Para aquellos aventureros culinarios que deseen replicar esta receta en casa, el proceso comienza forrando un molde redondo de 24 cm de diámetro. Luego, se precalienta el horno a 180º C con calor arriba y abajo. La mezcla de ingredientes, que incluye queso crema, nata, azúcar, huevos y harina, se bate cuidadosamente hasta lograr una consistencia homogénea.

El molde forrado acoge la mezcla, y el horneado se realiza durante aproximadamente 55 minutos a 190º C en posición central con calor arriba y abajo. La tarta se expandirá durante la cocción, un fenómeno normal que se equilibra a medida que se enfría.

Una vez cuajada, se permite que la tarta repose en el horno apagado durante 15 minutos antes de ser trasladada a una rejilla para enfriarse completamente. La etapa final implica cubrirla con papel de aluminio o film y dejarla reposar en el frigorífico durante al menos unas horas, aunque se recomienda toda la noche para un mejor sabor.

El día siguiente, la Tarta de La Viña se retira del frigorífico unos minutos antes de servir, se desmolda y, opcionalmente, se deja el papel para dar un toque rústico.