Investigación
Por qué el huevo perfecto para el desayuno debe cocinarse durante exactamente 32 minutos
El arte de la cocción precisa, esta es la ciencia que hay detrás del huevo perfecto
No es magia, es ciencia. Para los amantes del desayuno, encontrar el punto exacto de cocción de un huevo puede marcar la diferencia entre un bocado sublime y una textura decepcionante. Ahora, un estudio publicado en "Communications Engineering" por investigadores de la Universidad de Nápoles Federico II revela un método innovador, la "cocción periódica", que logra la textura y el sabor ideales en 32 minutos.
La técnica que desafía la paciencia
Este método no es convencional ni rápido, pero promete resultados perfectos. Se necesitan dos ollas con agua a diferentes temperaturas: una a 100 °C y otra a 30 °C. La clave está en la alternancia: el huevo se sumerge primero en agua hirviendo durante dos minutos, luego en agua tibia por otros dos minutos. Este ciclo debe repetirse ocho veces para completar los 32 minutos de cocción.
El físico británico Charles DH Williams ya había propuesto una fórmula matemática para la cocción perfecta del huevo. Sin embargo, los investigadores italianos fueron más allá, utilizando simulaciones de mecánica de fluidos para demostrar que las variaciones de temperatura son clave para lograr una cocción uniforme. Además, la técnica se basa en principios termodinámicos usados en la producción de materiales, lo que garantiza que la clara alcance los 85 °C y la yema se mantenga a una temperatura ideal de 67 °C.
Beneficios y retos de este método
Los investigadores comprobaron el éxito de su técnica mediante espectroscopia de masas y análisis de perfiles nutricionales, antes de probarlo en un ambiente doméstico. Los resultados fueron claros, el huevo obtenido presenta una clara firme pero cremosa y una yema intensa y homogénea.
Para validar su efectividad, los investigadores aplicaron análisis de espectroscopia infrarroja (FT-IR), pruebas sensoriales y estudios de perfil nutricional mediante espectrometría de masas. Se confirmó que la "cocción periódica" optimiza la textura y el sabor, manteniendo mejor la calidad nutricional del huevo.
Sin embargo, la preparación presenta algunos desafíos prácticos. Mantener el agua a 30 °C con precisión no es tarea fácil sin un termómetro adecuado, y la evaporación del agua hirviendo puede obligar a ajustes a mitad del proceso. Además, se trata de un método que consume tiempo y energía, lo que podría hacerlo poco viable en el día a día.
¿Vale la pena intentarlo?
Para los entusiastas de la cocina y la ciencia, este método representa un experimento culinario fascinante. No obstante, quienes buscan practicidad podrán optar por métodos más sencillos, aunque con resultados menos predecibles.
La próxima vez que prepares un huevo para el desayuno, podrías preguntarte: ¿estaría dispuesto a esperar 32 minutos por la perfección? La decisión está en tus manos.