Casa Real
¿Complot en la Casa Real Británica?: la polémica desata una guerra abierta por el poder
Fue la reina quien consideró que tenía que «echar» del núcleo duro de la familia a su ojito derecho. «El duque fue convocado para ver a la soberana en Buckingham. Le dijeron que se retirara. Acordaron que podía emitir una declaración diciendo que fue su decisión, pero fue la reina quien le instó a hacerlo», asegura una persona del «Daily Telegraph». La decisión coincidió con el 72 aniversario de bodas de Isabel II. Al príncipe Carlos, heredero al trono, le ha pillado todo el escándalo de viaje oficial en Nueva Zelanda. Pero ha sido informado de todo y dado su aprobación. Algunas fuentes aseguran que incluso precipitó su caída. La polémica no ha hecho otra cosa que enfriar, aún más, la tensa relación que siempre ha mantenido con su hermano Andrés. Es más, el primogénito ya tenía pensado, cuando se convierta en rey, relegar al duque de York de sus funciones y de su trabajo como representante de Comercio Exterior para Reino Unido. Puesto siempre rodeado de más sombras que luces.
El escándalo ha destapado una historia que quizá se venía lavando hace tiempo pero que ahora ha mostrado su cara más escabrosa: la lucha de poder entre el heredero y sus posibles sustitutos, en primer lugar el príncipe Guillermo. A pesar del desprestigio que supone para la institución, el primer beneficiado es Carlos, eterno pretendiente al trono que, a pesar de que le asistan todos los derechos, no ve claro si algún día se sentará donde lo hace ahora su madre. La tensión familiar es máxima. Guillermo aspira a saltarse la línea sucesoria mientras Enrique libra su propia guerra con los medios a causa de su mujer Meghan Markle. Ya dejó claro que las relaciones con Guillermo no son buenas.
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