Declive

El "túnel sin retorno" de Camilo Blanes Ornelas, el hijo de Camilo Sesto

Su amiga y expareja, Christina Rapado, lamenta que «no hay marcha atrás» para él porque "está feliz" con su estilo de vida

Camilo Blanes sigue con su ritmo imparable de compras por Internet tras anunciar su cambio de identidad
Camilo Blanes sigue con su ritmo imparable de compras por Internet tras anunciar su cambio de identidadEuropa Press

La preocupación por Camilo Blanes Ornelas (41 años), el hijo de Camilo Sesto y Lourdes Ornelas, es generalizada desde hace tiempo. Ha entrado en una espiral de autodestrucción de la que no parece querer salir y sus seres queridos temen que el día menos pensado ocurra lo peor. Su deterioro físico es evidente y no hay más que echar un vistazo a sus redes sociales para comprobar que ha caído en hábitos muy poco saludables que no le traerán nada bueno en el futuro.

Por desgracia, sus allegados se sienten atados de pies y manos, incapacitados para ayudar a una persona que no quiere salir de ese círculo tóxico. Así lo traslada la cantante y actriz Christina Rapado a LA RAZÓN. Fue pareja de Camilo Blanes –Cami o Camilín para los más cercanos– hasta el año 2012, una relación marcada por idas y venidas pero de la que resultó una bonita amistad. «Yo sigo hablando con él todas las semanas. Nos conocimos en 2008, en un after donde se juntaba lo mejor de cada casa, te puedes imaginar. Se acercó a ligar conmigo y yo no sabía que era el hijo de Camilo Sesto hasta que me lo dijo otro amigo. En aquella época, su padre no le daba ni un duro, su madre estaba en México y el vivía en un piso compartido. Era encantador y divertidísimo y yo necesitaba un escándalo para nutrir mi anterior forma de vida, la de los platós y las polémicas», recuerda la artista.

Comenzaron entonces un polémico romance que acaparó horas y horas de las tertulias del corazón. «Nuestra relación se fue a pique por los medios, aunque es verdad que era una relación basada en la noche y los excesos. Fue uno de los grandes amores de mi vida, aunque empecé por lo que empecé, pero al final me enamoré», reconoce una Rapado que disfruta de una nueva vida como artista y alejada de las controversias y los excesos.

Christina Rapado y Camilo Blanes en sus primeros años como pareja
Christina Rapado y Camilo Blanes en sus primeros años como parejaCortesía

Pero este no ha sido un camino seguido por su Cami, que sigue inmerso «en un túnel sin retorno y sin luz por la que escapar». Rapado lamenta que, bajo su punto de vista, «ya no hay marcha atrás para él. Es muy difícil ayudarle. Se junta con personas con adicciones que lo único que hacen es sacarle el dinero, compran cosas con su tarjeta de crédito, se aprovechan de él y llevan su mismo estilo de vida de adicciones».

Christina Rapado y Camilo Blanes en una imagen reciente
Christina Rapado y Camilo Blanes en una imagen recienteCortesía

Rapado recalca que, por más que duela a sus seres queridos, Camilín ha tomado una decisión «como adulto que es» y sobre la que nadie tiene derecho a contrariarle: «El problema es que, en sus propias palabras, él se siente muy cómodo y muy feliz así, entonces él es el primero que no quiere salir de ese estilo de vida. Ha hecho su elección personal y creo que los demás tenemos que respetarla, nos guste más o menos, en vez de juzgarle. Él no hace daño a nadie, solo a sí mismo».

El dolor de su madre

Aunque no directamente, su estilo de vida sí que provoca una situación de inmenso dolor a su madre, que sigue luchando día tras día por que su hijo encarrile de nuevo su vida: «No se ha desentendido de él ni nunca lo hará. Me consta que está pendiente de todo y sabe quién entra y quién sale, pero él es mayor de edad y poco puede hacer ella. A veces va a la casa y él ha llegado a echarla. Ella no ha tirado la toalla ni la tirará nunca para que su hijo se recupere, pero la única persona que decide la vida que quiere llevar es él».

Camilo Michel Blanes con su madre Lourdes Ornelas por las calles de Torrelodones, Madrid. Camilo Blanes junto a su madre Lourdes Ornelas en Torrelodones.
Camilo Michel Blanes con su madre Lourdes Ornelas por las calles de Torrelodones, Madrid. Camilo Blanes junto a su madre Lourdes Ornelas en Torrelodones.Gtres

Pese a esta resignación que muestra, la cantante y actriz asegura que siempre apoyará a Lourdes Ornelas en lo que a ayudar a Camilo se refiere, recordando que son «dos mujeres unidas por la lucha de un bien común, el de Cami».

Su cambio de género

Una de las decisiones de Camilo Blanes que más controversia suscitó entre la opinión pública fue la de su supuesto cambio de género. Desde entonces, exige que se le llame con el nombre de Sheila Devil y acostumbra a verse en público con ropa de mujer. Sobre este asunto, Rapado desmiente que su amigo sea transgénero o transexual: «No hay ningún cambio de género, es una excentricidad de él. Siempre le ha gustado mucho el personaje de Milla Jovovich en “El quinto elemento”,le fascinaba. Él siempre ha sido una persona muy transgresora, con talento y que le gusta llamar la atención, así que Sheila Devil es solo un personaje que hace de puertas para afuera. A él le siguen gustando las mujeres y no tiene ningún cambio de sexo. Es un chico normal y corriente, o al menos es como yo lo veo».

La casa de Camilo

El hijo del recordado cantante y Lourdes Ornelas pasa sus días en la casa de Torrelodones que heredó tras la muerte de su padre en el año 2019. Se trataba de una de las joyas del patrimonio de Sesto, valorada entonces en unos 800.000 euros y que cuenta con 450 metros cuadrados construidos, distribuidos en tres plantas y un jardín con una enorme piscina. Hoy, tal y como se aprecia en las imágenes que Blanes comparte en sus redes sociales, la vivienda se encuentra en un estado deplorable, repleta de suciedad y falta de los cuidados que un día le dio el intérprete de «Algo de mí».

Una «mala influencia»

Cristina Rapado lamenta que desde hace tiempo no puede acercarse a casa de Camilo Blanes para verle. La última vez que lo hizo, hace unos dos veranos, fue señalada por algunos periodistas que la consideraban la «mala influencia» que hacía llegar al hijo de Ornelas «alcohol y estupefacientes». Christina se vio inmersa en un escándalo por el que llegó a perder varios acuerdos de publicidad con marcas con las que colaboraba en sus redes sociales, y desde entonces prefiere mantenerse alejada de la casa de Blanes. «Pero siempre me tendrá si me necesita y cuando quiera hablar conmigo», matiza a este diario.