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Las hijas de Julio Iglesias y el síndrome de las hermanastras de Cenicienta
Un consejo a las hijas de Julio Iglesias: “daos de baja en el baile de debutantes”
Faltan solo unos días para la puesta de largo de Victoria y Cristina, hijas de Julio Iglesias, en el Baile de Debutantes del hotel Shangri-La de París. Será el próximo 30 de noviembre. Y desde mi columna quiero hacer un llamamiento a Julio y a sus dos niñas. Os insto con la mejor de mis intenciones a que no confirméis asistencia, pasad de la exclusiva, de las joyas de Harakh, de la portada en el Hola, de los vestidos de alta costura, de los fru frus y los valses… Lo digo por muchos motivos. Os hemos visto en Instagram de largo, de corto, en bikini, con perros, con caballos, jugando al tenis, os hemos visto en la gala MET con Anna Wintour y su pelucón… Ya habéis debutado bastante. Vuestro caso no es el de los mellizos de Cayetano Martínez de Irujo, que también debutaron el año pasado en el mismo hotel, aunque a su padre le hubiera gustado hacer la puesta de largo en Liria o en Las Dueñas.
Lo del baile de debutantes parisino no deja de ser una horterada, con un rollito a lo gipsy King pero “a lo fisno”, mucho menos auténtico que los fiestorros que organiza la etnia gitana cuando tira la casa por la ventana para casar a sus hijas.
El día que la hija de Gorbachov hizo su baile de debutantes en París fue el momento más bajo del líder soviético que cambió la historia de la humanidad en el siglo XX. Eso sí, salió en el Hola, pero es que a Victoria y Cristina Iglesias se les ha adelantado una princesa de verdad, la hija de Jean Paul Belmondo, que siempre fue mucho más sexy que Julio, y aún lo sigue siendo, y no es gerontofilia, es sentido común. Belmondo y su niña, Stella “mon soleil” ocupan este mes la portada de Paris Match.
Victoria y Cristina tendrán pronto una sobrina, y Julio Iglesias una nueva nieta
Para María Edite la princesa de su casa es Valeria, su nieta, la hija de tres años de Juan Antonio Sánchez Santos, el hermano de Javier, a la espera de que nazca la nueva princesita, el bebé que espera el hijo de Julio Iglesias, que nacerá dentro de dos meses y es también una niña. En cuanto al recurso planteado por Julio “No tiene nada que hacer, lo tiene perdido, es absurdo. El juicio está cerrado”. Define a su hijo Javier como un joven serio y responsable, un buen hijo que será también un buen padre.
Julio Iglesias no lo fue con él, pero la justicia ha puesto las cosas en su sitio. Y la sombra de este muchacho a quien su padre biológico jamás hizo ningún regalo empaña la puesta de largo de sus dos hermanas. No es el momento para estos alardes. Más bien pareciera que es cierto lo que muchas fuentes susurran, que a Julio Iglesias le escuece que los hijos de su relación con Miranda no sean tan famosos como los de Isabel Preysler.
Con la educación que han recibido, Cristina y Victoria deberían de ser por lo menos astrofísicas o matemáticas y no esperar a ser unas modelos rubias sin más como hay miles en todo el mundo. Tamara no hay más que una. Y Chabeli no sale en las revistas porque no le da la gana. Las dos tienen algo especial que va mucho más allá de su forma de hablar, al igual que sus hermanos. Miranda es muy mona, y ya está…y lo mismo ocurre con sus hijas. Perfectas para un anuncio de bikinis, te fijas en lo que llevan puesto y ya está.
Queda por ver si Julio asistirá al baile de debutantes. Belmondo parece estar en forma, pero el cantante no tanto. Se sigue especulando sobre sus problemas óseos, que no son nuevos. Ya hace treinta años tenía fuertes dolores. El accidente que tuvo cuando era portero del Real Madrid le dejó graves secuelas. Sería bonito verlo con las niñas, que las arropara, pues ha sido él quien las ha dejado meterse en el berenjenal de querer ser modelos. Y ya vimos el ojo clínico que tiene el cantante con el futuro de sus hijos. Le pronosticó a Enrique que no llegaría a nada y ha vendido más de cien millones de discos en todo el mundo. Y hasta la fecha ha colocado cinco sencillos en los cinco primeros puestos de la Billboard Hot 100, incluyendo dos números uno. Y sin puesta de largo.
P.D La reina de Inglaterra suspendió estos bailes en Buckhingham Palace por considerarlos una antigualla. Y Tana Rivera, hija de la duquesa de Alba, con la sangre casi tan azul como la soberana british, eligió organizarle a su hija su propia puesta de largo, que no fue sino su décimo octavo cumpleaños.
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