«Una tarta, unas velas, mi familia a mi vera…Sois el mejor regalo. Os quiero con el alma. Vamos a por una nueva vuelta al sol, con vosotros de la mano siempre». Más de cien mil admiradores dieron su «like» a esta declaración de amor de Eva González (Sevilla, 1980) el día de su 39 cumpleaños, abrazada a sus dos Cayetanos, su marido y su hijo de año y medio. Un día después, el torero (42), con el que se casó en 2015, le daba su romántica réplica con motivo de su cuarto aniversario de boda: «Un año más compartiendo ilusiones», sobre una instantánea de la pareja acurrucada en el sofá, que fue premiada con un «te quiero, moreno» de la sevillana. Exactamente un mes después del intercambio de cariños, son otras fotos, las del hijo de Carmina Ordóñez junto a su amiga Karelys Rodríguez (28) en Londres –que destapó la revista «Semana» este pasado miércoles–, las que han colocado a una de las parejas más queridas del panorama nacional en una situación harto incómoda. Sin embargo, la respuesta de la presentadora de «La Voz» al revuelo que ha levantado dicha exclusiva ha sido inminente y muy reveladora: mantener la calma, hacer las maletas y poner rumbo a Sevilla junto a su marido, recién llegado de Perú, y al pequeño Cayetano para pasar juntos el Puente de la Constitución. Eso sí, tras protagonizar un incómodo paseíllo en las estaciones de Atocha y Santa Justa el pasado jueves, repetido y analizado en bucle en las tertulias de la cosa rosa, nada se ha vuelto a saber del matrimonio. Algunos fotógrafos contactados por LA RAZÓN les sitúan en Mairena del Alcor, localidad natal de la Miss España 2003. De hecho, fue su hermana, María González, quien les fue a recoger a su llegada a la capital sevillana y parece bastante previsible que la modelo haya buscado refugio al lado de los suyos en estos delicados momentos.

Otros, sin embargo, se aventuran a situar a la pareja en los dominios de los Rivera Ordóñez: «Igual están en Ronda, la finca de Cayetano les da más juego. Pueden marcharse si quieren por otras salidas y controlan mucho más si hay Prensa fuera». Sea como fuere, el hecho de que Eva haya pasado estas primeras jornadas tras el «ciclón Karelys» junto a Cayetano avala la versión de que la simpática sevillana siempre ha apostado por la verdad del diestro, decidido a tomar medidas legales contra los medios que han cuestionado su lealtad hacia la madre de su hijo. Ya en la revista «¡Hola!», cabecera con la que el torero ha colaborado alguna vez, se templaban ánimos al revelar que si bien «Eva está muy afectada por la situación que está viviendo y por el revuelo que ha generado este episodio», la modelo permanecía «tranquila en la que se refiere a su relación con Cayetano. Lo sucedido no ha provocado una crisis en el matrimonio pero, lógicamente no es plato de buen gusto para la presentadora, que conocía las circunstancias desde el principio. Siempre se han mostrado unidos, confían el uno en el otro y ahora también hacen frente común ante los acontecimientos que los están rodeando». El argumento de la glamourosa cabecera lo hacía suyo Fran Rivera en «Espejo Público», que además quitaba hierro a las manitas londinenses de Cayetano: «Mi hermano está dolido e indignado. Es una amiga suya de hace 15 años. Las fotos no dicen nada. Publicas esas fotos, ¿ y qué? ¿No puedes tener amigas en Londres? No hay una prueba de que Cayetano haya sido infiel. Me parece una vergüenza lo que están haciendo. Le han llamado traidor, desleal…». Lejos de su hermetismo con otros temas familiares, el colaborador de Antena 3 aquí sí sentenciaba: «Por supuesto, Eva y Cayetano no se van a separar». Menos contundente se mostraba, sin embargo, Lucía (21 años), la hija que el marido de Eva adoptó durante su matrimonio con la modelo Blanca Romero, cuando le preguntaron por esta amistad: «¿Tú crees que tu padre te contaría si le fue infiel a…? No. Pues a mí tampoco. Lo normal es que no. Yo no quiero hacer daño a nadie. Sé que es un tema muy complicado y cada relación es un mundo. Cada persona sabe su verdad y ya está». Puestos a destapar certezas, revelar la identidad de la borrosa chica de portada ha sido cuestión de horas. Sobre Karelys Rodríguez se sabe ya que es de Tenerife, que estudió Derecho en la Universidad Complutense de Madrid –donde se licenció en 2014– y que ha ejercido de maniquí para Model Management –donde la tallaron en 1,76 cm– y de relaciones públicas en la madrileña discoteca Buddha. Actualmente, reside en la capital londinense, pese a que visita con frecuencia Madrid, donde vive su madre y sus dos hermanos. Su entorno asegura a LA RAZÓN que «tiene miedo» y ya ha colgado a algunos programas, como «Socialité» (Telecinco), donde sí han conseguido que largue uno de sus hermanos. Keymer, dueño de un taller de coches en el norte de Madrid, fue huidizo cuando se le inquirió sobre esta relación con un «preguntadle a Cayetano» y más revelador cuando se insistió sobre el estado de su hermana: «¿Cómo queréis que se sienta? ¡Sabíamos que esto iba a pasar!». En medio de estas confesiones, María Patiño, conductora del espacio, desvelaba quién podría estar detrás del chivatazo que llevó a realizar las fotos: «Una persona muy cercana a Karelys es la que informa a compañeros de esta relación de amistad». Sin embargo, Pilar Vidal, directora de «Hoy Corazón», señaló al entorno de Rivera y desveló la existencia de más imágenes en el programa de Susanna Griso: «Yo creo que no han visto la luz todas. Quiero hablar de la venta de las fotografías. Esta venta se ha producido de una forma muy atípica. Esto huele cada vez más a venganza, venganza de alguien del entorno de Cayetano. Yo he hablado con el tal Greg, el paparazzi británico que hizo las fotografías. Este señor me dijo ayer que si yo quería material. Le dije que sí. Me pidió 5.000 euros, pero quería ver las fotos y saber si hay beso. Y no hemos vuelto a tener contacto».