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La conspiranoia de Miguel Bosé: ¿está perdiendo la cabeza?

El cantante está generando mucha polémica en las redes al mostrar sus opiniones sobre la pandemia y lo que, según dice, hay detrás

Miguel Bosé
Miguel Bosélarazon

¿Qué le ocurre a Miguel Bosé?, se preguntan unos y otros, amigos y enemigos, ante su extraña y agresiva actitud de los último tiempos. El cantante arremete contra el coronavirus, los gobiernos, Bill Gates, Pedro Sánchez, las vacunas anti Covid, la Alianza Mundial para la Inmunización y la Vacunación (GAVI), la Red 5G... Ante esto, no se entiende que haya participado meses atrás en campañas y conciertos on line para recaudar fondos con el fin de investigar y contrarrestar los estragos de la pandemia y auxiliar a personas que la están sufriendo de cerca. ¿Incongruencia, cambio de ideas, escepticismo, desilusión global...?

Las redes sociales se llenan de mensajes a favor y en contra del artista, sus elucubraciones despistan, sorprenden e incluso incomodan en las altas esferas. Las malas lenguas, que siempre las hay, ya se aventuran a pensar que «Miguel es tan incoherente que parece estar perdiendo la cabeza, los razonamientos últimos se salen de lo normal. Ve conspiraciones absurdas y mete la pata con frecuencia. Debería echar mano de un especialista, porque está cayendo en contradicciones y su forma de actuar deja mucho que desear».

Una persona cercana al presidente del Gobierno asegura que «estamos confundidos, no entendemos sus frases agresivas e inconexas. Ha pasado de volcarse en la lucha contra el virus a presentar teorías que no tienen el menor sentido. Sánchez no se esperaba algo así de alguien tan afín a las ideas izquierdistas...». Y es que Bosé inició su «cruzada» particular con un mensaje en su cuenta oficial de Twitter en la que escribió que «Suiza, como los países nórdicos de Europa, saben desde el principio de la gran mentira de los Gobiernos, el de España incluido».

En contestación a esta insólita andanada, se pueden encontrar respuestas como la de Esteban Navarro, quien en la misma red se mofa de Bosé con un «se empieza diciendo esto y se acaba asegurando que la Agencia Tributaria es también una mentira». Curiosamente, Miguel, que perdió a su madre, Lucía, el pasado 23 de marzo víctima del virus, propició en internet una campaña entre sus seguidores pidiendo que colgaran en la red fotos con mascarillas azules, el color fetiche de su progenitora, y dibujos en homenaje a la fallecida.

“Está muy raro”

Juan R. conoce a Bosé desde que fueron vecinos de la misma urbanización de Panamá y, coincidencias, vuelve a vivir en la misma zona mexicana donde reside el cantante con sus dos hijos. Y nos dice que «está muy raro desde que una enfermedad le afectó a su voz. Era incapaz de cantar con normalidad y esto le afectó al carácter. Además, se colgaban demasiados mensajes ironizando sobre su estado de salud, y eso le encabronó aún más. También está muy afectado por todo lo que rodea a su ruptura con Nacho Palau y el contencioso judicial en el que están inmersos los dos por sus cuatro hijos. Y la muerte de su madre le dejó destrozado. Entre unas cosas y otras, parece que ha perdido su sentido del humor y su simpatía. Se ha vuelto un tanto arisco... Es como si hubiera perdido el “norte”. Su estado mental es un tanto caótico…».

Miguel Bosé y Nacho Palau, en una imagen de archivo / Gtres
Miguel Bosé y Nacho Palau, en una imagen de archivo / Gtreslarazon

Confinado en su amplia vivienda de la lujosa urbanización de Interlomas, a las afueras de México D.F., apenas ha salido de ella desde que se declaró la pandemia. Dos de sus niños van a un colegio de la zona, por el que pagan casi cinco mil euros por curso. Residen en un espacioso chalet, con parcela arbolada y piscina particular. Y hasta hace unos meses, una de las mayores aficiones del emblemático artista era practicar submarinismo, deporte que parece haber abandonado, aunque sigue navegando con sus hijos por aguas cercanas a la costa. Él mismo suele hacer la compra en un super de los alrededores. Y guisa de vez en cuando, aunque contrató a una cocinera y a una empleada del hogar. Aferrado a su vida privada y obsesionado con los paparazzi, hacen mucha vida en casa, allí tienen todas las comodidades, aunque recordemos que Palau se quejaba de que su entonces pareja sentimental tenía prácticamente «enclaustrados» a los cuatro hijos de ambos en la vivienda. Por lo que los amigos brillaban por su ausencia.

Mientras no se vuelva a la normalidad, los conciertos del cantante están aplazados sine die. Y este verano será muy poco movido profesionalmente hablando. Siguen adelante la autobiografía y la serie sobre su vida, aunque ni se conoce la fecha de publicación de las memorias ni la del estreno de dicha producción televisiva. Erre que erre, Miguel va a lo suyo, creando encendidas polémicas continuamente. En la última, elige como blanco de sus afilados dardos a Gates, su esposa y Sánchez: «La farmacéutica GAVI, para quien no lo sepa, es propiedad de la Fundación Bill&Melinda Gates, los especialistas en vacunas fallidas que tantas víctimas han causado en todo el mundo. India les ha expulsado y denunciado. África aún acarrea sus consecuencias…» Llama «eugenésico» a Gates y califica a Sánchez de «cómplice del plan macabro y supremacista… Yo digo no a la vacuna, al 5G, no a la alianza Gates-España…».

Un plan para controlar a la población

Su teoría nos conduce a que los Gates están detrás de un plan para controlar a la población mediante vacunas masivas. Ciencia ficción pura y dura en la que se unen nano robots y micro chips incrustados en cada dosis; así, mediante la implantación del 5 G, asegura Miguel, «seremos borregos a su merced y necesidades». Diversas fact-checkers, como AFP Actual, Newtral o Maldito Bulo, salen al paso de lo anterior indicando que «Gates no está detrás de una conspiración sobre el Covid-19 ni de ningún plan para implantar microchips en humanos. Ni su Fundación ha sido expulsada de la India por sus vacunas, ni el 5G está relacionado con el coronavirus».

Un internauta, Antonio Martínez Ron, considera que, «en neurociencia, lo que le ha pasado al cerebro de Bosé es el equivalente al pantallazo azul de Windows», y a otra, Sandra, le preocupa «tanto lo que dice Bosé como los likes que recibe. Ojala algún día sea consciente del daño que hacen sus palabras». Miguel se justifica con un «solo pretendo informar sobre la situación anunciada, a la cual, entre otras fechorías, se nos está conduciendo».

Tampoco están de acuerdo con el artista personas de su círculo más cercano. Una de ellas se asombra de que «hable de conspiración en lo que se refiere a la pandemia, cuando su propia madre fue diagnosticada con el virus y murió a consecuencia de ello. Sus hermanas no entienden su postura alarmista y tan difícil de creer».

Pero tanto Paola como Lucía, tienen bien aprendida la lección y respetan el pacto de silencio que hicieron con Miguel para no hablar de temas familiares. Las dos residen en Valencia, cerca de donde tiene su casa el ex de su hermano, Nacho, y sus dos hijos. Siempre les unió una buena amistad con el escultor, hoy agricultor, y no se resignan a no ver a los niños. Lo ideal sería que el cantante cambiara de actitud y regresará a España para que los cuatro niños pudieran verse más, ahora les separa un océano, miles de kilómetros, y ni las videollamadas ni el skype logran paliar la pena que les supone estar tan distanciados.

La cuestión es que, en el último año, y desde que su aspecto físico comenzó a deteriorarse, sin que se hayan aclarado las causas, el comportamiento de Bosé ha dado un giro de 180 grados. Se limita a relacionarse con varios amigos aztecas, como el joven influencer Juanpa Zurita, el actor Diego Boneta, Christian García, presidente de su club de fans mexicanos, los músicos Benny Ibarra y Sasha Sokol, los empresarios Miguel Saborón y Miguel Alemán y el cineasta Manolo Caro. Y por encima de todos ellos, la incondicional Ana Torroja, que también vive en aquel país, así como su íntima Rebecca de Alba.