Ponce y Ana Soria buscan al traidor de la “cuchipanda”

Hombre o mujer, traidor o traidora, las dudas persisten pero la “garganta profunda” existe. En la “cuchipanda” alguien se está yendo de la lengua con los periodistas, cuenta todos los movimientos de Enrique Ponce y Ana Soria al dedillo. Citas, lugares, horarios, escapadas... El “tapado” se lo sabe todo. Y lo suelta con total precisión.

Por eso han pillado a la pareja en calas escondidas, restaurantes y otras localizaciones que, de no ser los por chivatazos, habrían pasado desapercibidas.

Hay un paparazzi que se está haciendo de oro este verano, y sin tener que realizar el menor trabajo de investigación. El confidente traidor se lo da todo hecho. Menudo chollo.

Ana confía plenamente en sus amistades, ni podía imaginar que la podían traicionar, pero alguien se está saltando las normas del silencio y el respeto, a cambio de un tanto por ciento de todo lo que el fotógrafo venda a las revistas. Y las cantidades son suculentas.

Le recomiendo que observe si una persona de su entera confianza empieza a tener más gastos y caprichos económicos fuera de lo normal. Por si le vale la pista.