Jesulín rehabilita “Ambiciones” con un lavado de imagen

Las obras de rehabilitación ya han comenzado. Jesulín quiere convertir “Ambiciones” en un propiedad rentable. Lo anunciaba la revista “Semana”, desvelando que que quiere reconducir el camino de la finca, convirtiéndola en una lujosa propiedad al alcance de todos aquellos que quieran alquilarla para celebrar en ella bodas, bautizos, comuniones, convenciones, fiestas de empresa o lo que se tercie.

La propiedad que sirvió de domicilio a los Janeiro durante décadas comenzó a “desmembrarse” tras la desestructuración familiar. Los padres del torero se separaron y todo comenzó a cambiar.

En el año 2014, Jesús puso la finca a la venta pero solamente recibió ofertas que no le convencieron.

Dicen que a María José Campanario, su esposa, nunca le gustó vivir en “Ambiciones”, se sentía atrapada por la familia política en una trama sin fundamento. Fue ella quien pidió a su marido que se fueran de la propiedad para disfrutar de una vida alejada del resto de los Janeiro, y quien más anima al padre de sus hijos a que saque mayor partido a la finca con este nuevo proyecto hostelero.

Los que conocen de cerca al matrimonio saben que Campanario ejerce de consejera, aparte de esposa y madre, y que Jesulín tiene plena confianza en sus recomendaciones. Ni los rumores de crisis matrimonial consiguieron mermar esta unión, y hace apenas un par de meses, el diestro calificaba a María José como “el gran amor de mi vida”.

Este año se cumple el treinta aniversario de la compra de una finca que Jesulín de Ubrique adquirió con sus primeros sueldos taurinos. Y en este 2020, precisamente, celebra las tres décadas de su alternativa.

El pasado uno de diciembre salía al mercado la biografía “Jesulín 3.0”, escrita por Alfredo Sánchez y que conmemora tal aniversario.

Quizá el título sea la premonición de que el personaje ha entendido de que debe “modernizarse” en estos tiempos de pandemia.