Grupo de Puebla

Irene Montero, la “marquesona de Galapagar” se convierte en “Pocahontas”

La ministra ha recibido un toque desde algunos sectores del Gobierno español por unirse al Grupo de Pueblo, “un polémico club político, inspirado en la revolución cubana, que pretende reinventar la izquierda y él progresismo”

Podemos ser fascistas
Podemos ser fascistasEUROPA PRESS/R.Rubio.POOLEuropa Press

La “Marquesona de Galapagar”, como la denominan irónicamente sus vecinos, o, también, “la costra de la casta”, como la califican sus enemigos, se convierte en “la princesa Pocahontas” del misterioso Grupo de Puebla, una asociación latinoamericana de corte revolucionario que, según explica David Lopez Frias, investigador y periodista, “es un polémico club político, inspirado en los principios de la revolución cubana, que pretende reinventar la izquierda y él progresismo, y adueñarse del mañana”.

Pero Montero ha recibido un toque desde algunos sectores del Gobierno español, al considerar que la actual Ministra de Igualdad, se ha unido a un peligroso movimiento al que se ha relacionado con extraños disturbios populares en el continente sudamericano y a tramas de corrupción.

Doña “Pocahontas " Montero, no obstante, hace caso omiso a las advertencias y sigue obsesionada con contribuir al dominio del ala más radical del postureo comunista en los países latinoamericanos, ya que en Europa parece tarea imposible.

La Pocahontas real fue utilizada por los colonos ingleses de Virginia, en el siglo XVII, como “muestra de que los nativos del Nuevo Mundo pueden ser domesticados”. Irónicamente, la princesa de los indios Powhatan se convertiría con el paso del tiempo en una defensora de los derechos indígenas.

Pero Irene es una loba con piel de cordero, muestra su mejor imagen con vestuario low cost y se transforma en la pijoflauta enérgica y dominante en su ministerio. Lo cuenta una de sus “domesticadas”: quien le lleva la contraria desaparece de la foto oficial. Ahí le sale el ramalazo totalitario que comparte con sus admirados Nicolas Maduro y Evo Morales. Dos corderitos a su lado.