Vejaciones
Paco Porras confiesa que le drogaron y le sodomizaron contra su voluntad
El vidente de las frutas y las verduras explica que fue víctima de una estafa que le ha dejado secuelas físicas y emocionales
Paco Porras, el vidente especializado el adivinar el futuro en las frutas y verduras, ha pasado del estrellato al anonimato y vive una complicada situación económica. Ha pasado de ser llenar horas de televisión en los programas estrella de Telecinco junto a Tamara (Yurena), Leonardo Dantés, Loli Álvarez o Toni Genil a vivir en la absoluta indigencia. De hecho, ha llegado a estar desaparecido durante varios días y sus allegados han tenido que movilizarse para dar con su paradero, llegando incluso a tener que pedir ayuda por televisión.
Precisamente en televisión reapareció el pasado sábado para confesar en el “Deluxe” que tuvo que prostituirse por necesidad económica. Además afirmó que tuvo que someterse a auténticas vejaciones que le han dejado secuelas físicas y psicológicas.
El vidente relató que sufrió una estafa al creer que iba a un chalet en Alicante a realizar sesiones esotéricas y cuando llegó a la vivienda resultó que era un prostíbulo. «Cuando llegué allí me prostituyeron. Me quedé sin un céntimo con esta crisis que estamos pasando y tuve que dejar que me prostituyeran y humillaran. Llegaron a mearme en la boca y tuve dejar que me hicieran una doble penetración anal».
Asimismo, añadió “me tenían allí retenido posiblemente con la ayuda de alguna sustancia que anulaba mi voluntad echándome por ejemplo burundanga en la comida. Encima de que me han denigrado no he cobrado ni un duro,escapé de allí sin un céntimo, la madamme se quedó con todo”.
Porras afirmó que pasó allí seis días y medio en los le obligaron a mantener relaciones sexuales a diario y a sufrir crueles aberraciones. Según dijo le orinaron encima, le quemaron sus partes íntimas con la cera de una vela y que le ataron el pene con un cordel.
El vidente indicó que pudo escapar gracias a una prostituta “que me salvó la vida”. Pero toda esa experiencia le ha provocado serias secuelas psicológicas y físicas: “Me hicieron una doble penetración que me dolió mucho y aún hoy me duele”.
Porras recuerda que una de las personas que más le hizo sufrir fue un policía, que que tenía fijación por él y que disfrutaba viendo cómo sufría. También indicó que un matrimonio alemán desembolsó 2.000 euros para que Paco penetrara al marido ante la atenta mirada de su mujer.
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