Opinión

Ojito al gen cubano de Monasterio para detectar comunistas

Entrevista a Rocio Monasterio en la sede nacional de Vox en Madrid.
Entrevista a Rocio Monasterio en la sede nacional de Vox en Madrid.Jesús G. FeriaLa Razon

El todavía vice segundo le ha dicho a Wyoming que dejará el cargo cuando empiece la campaña: aún ha de trabajar en su Ley de Vivienda. Quizá busca expropiar un gran solar para el gulag al que enviará a la «derecha criminal». En su aparente arrebato épico, Pablo sueña con asomarse cada día al balcón de las banderas de Sol para contemplar el paisaje donde nació el 15-M. Será la Comuna si gana y la gran hoguera cantada por Hasel si pierde. Épico, sí, pero también previsor. Cuentan las lenguas viperinas que Iglesias le ha pedido a Sánchez que, por si acaso, le conserve el puesto en el Gobierno, o sea, que le advierta ya a Nadia Calviño que su vicepresidencia segunda podría ser más bien eventual, cosa de una temporadita, mayormente para conservar caliente su silla. También le ha contado por lo bajinis que en realidad con quien desearía pactar es con Gabilondo: sería su vicepresidente en la Comunidad si el PSOE le prestara sus votos. Así, con esta coalición a modo de Frente Popular, podrían frenar a la derecha criminal. Es decir: Pedro, tú verás si quieres un Madrid de Ayuso o un Madrid mío, es decir, nuestro; será el comienzo de una nueva amistad, la extensión natural de nuestra sociedad. Poli malo y poli bueno: yo envío a la derecha al gulag una larga temporada y tú mantienes al personal entretenido con el número de tu retorno al centro.

Pintada frete a mi casa: «Ayuso puta». Así de lírica va a ser la campaña. Isabel quiere navegar sola hasta donde su mar le lleve. Su eslogan «Comunismo o libertad» debería contar con la ayuda inexcusable de la candidata de Vox, Rocío Monasterio, quien un día dijo: «Mi gen cubano detecta comunistas a distancia». Y añadió: «Y no solo comunistas, también detecto a los que están dispuestos a negociar con comunistas, porque en Cuba el problema no solo vino por los comunistas sino por la élite que no reaccionó y pensó que Fidel traía el cambio».

Esta perla caribeña no tiene precio como arco de seguridad a instalar en Sol, y si además detectara el coronavirus, como consejera de Sanidad. Rocío, que antes transformaba locales en lofts de lujo, podría convertir ahora monasterios en refugios ante el gulag que se avecina.