"Cuentas infladas"

La Casa Ducal de Luxemburgo pega un mordisco a su fortuna: la verdad sobre sus 4.000 millones de dólares

Desde su gabinete financiero han aclarado cuánto tienen en realidad los grandes duques, ante las especulaciones sobre su poder en Europa

Los grandes duques de Luxemburgo, Henri y María Teresa
Los grandes duques de Luxemburgo, Henri y María TeresaGtres

Tiempos convulsos en la Casa Ducal de Luxemburgo. Están planeando un cambio en el trono que dejará a los grandes duques Henri y María Teresa descansar, para ceder sus funciones en su hijo mayor, Guillermo. Tras la inesperada muerte del joven Federico a los 22 años y después de que la familia sufriese un gran robo, muchos titulares se han desviado a cuestiones económicas. Se supone que para bien, pues la prensa internacional les considera poseedores de una ingente fortuna. Quizá demasiada, pues ellos han querido dejar claro que no han amasado tanta como les atribuyen otros.

En un gesto que ha pillado a propios y extraños por sorpresa, los grandes duques de Luxemburgo han querido poner freno a las especulaciones sobre sus cuentas corrientes. El hecho de que sus movimientos bancarios sean motivo de debate nacional no les está agradando mucho. Aun así, ahora que preparan cederle el trono a su hijo, no quieren que corra la misma suerte. Es por eso que antes del intercambio de poderes han matizado cómo están sus cuentas, dejando claro que no son tan espectaculares como se ha creído en un primer momento.

Grandes Duques de Luxemburgo y los reyes Abdalá II y Rania de Jordania
Grandes Duques de Luxemburgo y los reyes Abdalá II y Rania de Jordania GTRES

La verdad sobre la fortuna de la Casa Ducal de Luxemburgo

No son tantos millones. Su colección de billetes y monedas, además de propiedades, no es tan ingente como se esperaba. Al menos eso es lo que dicen ellos desde el departamento financiero de la Casa, que se encargan de las cuentas del que se cree uno de los hombres más ricos de Europa. El soberano luxemburgués tendría un patrimonio estimado en 4.000 millones de dólares, como así aparece en diversos listados especializados. Su patrimonio estaría así a la altura de la que atesora el emir de Dubái, para que se hagan una idea. Pero ellos han echado cuentas y les salen una cifra mucho inferior y su modestia les ha hecho reconocerlo.

“Algunos informes recientes en medios de comunicación han hecho referencia al patrimonio neto de la familia ducal de Luxemburgo, con cifras que han sido significativamente infladas y son engañosas”, denuncian a través de un comunicado desde la Casa Ducal de Luxemburgo. No quieren que el pueblo se lleve a equívocos y que, en los tiempos que corren, su opulencia y privilegiada situación sea mal vista o mal entendida. Es por eso que han roto su silencio sobre la desagradable cuestión del dinero, un tema con el que no se sienten cómodos.

El gran duque heredero Guillermo de Luxemburgo, junto a sus padres, María Teresa y Enrique
El gran duque heredero Guillermo de Luxemburgo, junto a sus padres, María Teresa y EnriqueGtres

“Aunque la familia ducal generalmente se abstiene de comentar asuntos relacionados con su patrimonio privado, creemos que es importante aclarar la situación dadas las circunstancias actuales. La fortuna de la familia ducal representa solo una pequeña parte de los 4.000 millones de euros citados en la prensa”, despejan desde el gabinete financiero, que han querido aclarar además que hay diferencias entre lo que se considera privado y público en sus propiedades.

“Estas estimaciones parecen confundir el patrimonio privado con aquel que constituye la herencia cultural y patrimonial, que no es de nuestra propiedad. En cualquier caso, como todos los ciudadanos de Luxemburgo, la familia ducal tiene derecho a la intimidad financiera en lo que respecta a su patrimonio privado y, por lo tanto, no divulga información detallada al respecto”, cierran el escrito con el que tratan de poner orden. Los grandes duques de Luxemburgo no quieren que se hable de más sobre su poder económico, pero, ya que lo hacen, al menos espera que sean precisos y no le adjudiquen millones de más. No vaya a ser que venga alguien a pedirle prestado creyéndose las cifras que maneja la prensa. Y es que el palacio ducal, así como el castillo de Berg, no forman parte de su patrimonio privado, sino del público del Estados, por ejemplo.