En tratamiento

Carlos III se sincera sobre su cáncer en un encuentro inesperado

En una conversación informal con un ciudadano, el monarca británico reveló cómo se siente y mostró empatía con quienes atraviesan por la misma enfermedad

Carlos III, ayer en Buckingham
Carlos III, en BuckinghamGtres

El Rey Carlos III ha mantenido su salud como un asunto privado desde que fue diagnosticado con cáncer en febrero de 2024. Sin embargo, lejos de ocultarlo, ha optado por una actitud discreta pero abierta, hablando de su enfermedad con naturalidad cuando surgen los momentos adecuados. Esta semana, en una improvisada charla con un ciudadano británico que también ha atravesado un proceso oncológico, el monarca ofreció una inusual actualización sobre su estado.

El encuentro se produjo el martes 22 de julio, cuando Carlos III y la Reina Camila realizaron una visita oficial a la ciudad de Suffolk, en el este de Inglaterra. Luego del acto protocolar, ambos caminaron por las calles de Bury St. Edmunds, donde saludaron a los vecinos que se habían congregado para verlos. Fue allí cuando ocurrió el intercambio inesperado.

"Me siento mucho mejor"

Según informó la agencia de noticias PA, Lee Harman, un residente local de 54 años, se acercó al Rey con una pregunta directa: "¿Cómo se encuentra?". Lejos del guion habitual, Carlos III respondió con sencillez: "Me siento mucho mejor. Es una de esas cosas".

El rey Carlos III en una imagen de archivo
El rey Carlos III en una imagen de archivoGtres

El tono fue distendido, incluso cercano. Harman, que también ha superado un cáncer, se animó a contarle brevemente su historia. "Me preguntó cómo estaba y le dije que me dieron el alta el año pasado", relató después a la prensa. La conversación, breve pero significativa, reveló no solo el progreso del monarca, sino también su voluntad de hablar con franqueza sobre un tema que afecta a millones.

Fue en febrero cuando el Palacio de Buckingham informó públicamente que el soberano padecía cáncer. La noticia conmocionó al Reino Unido y llegó apenas semanas después de que el monarca se sometiera a una operación por agrandamiento de próstata. Desde entonces, la familia real y sus voceros han mantenido una línea de comunicación prudente, evitando dar detalles sobre el tipo o la localización del cáncer, pero asegurando que el tratamiento avanza favorablemente.

La agenda de Carlos III ha sido adaptada cuidadosamente, en consulta con sus médicos. Aunque ha tenido que cancelar ciertos compromisos -como en marzo, cuando fue hospitalizado brevemente por efectos secundarios del tratamiento-, ha mantenido una presencia constante en actos públicos y reuniones institucionales, demostrando su intención de seguir cumpliendo con sus deberes.

En abril, el Rey habló por primera vez sobre el impacto emocional del diagnóstico. Lo hizo en un encuentro con organizaciones dedicadas a la lucha contra el cáncer. "Es una experiencia abrumadora y, a veces, aterradora", dijo entonces, reconociendo abiertamente la carga psicológica que conlleva la enfermedad.

El reciente gesto de cercanía con un ciudadano anónimo refuerza esa imagen de un monarca más humano y empático. En un tiempo donde la salud de las figuras públicas suele ser objeto de especulación o secretismo, Carlos III opta por una vía distinta: la honestidad mesurada, la dignidad frente a la enfermedad y una conexión real con su pueblo.