
Escándalo
El Departamento de Cultura de Reino Unido investiga al príncipe Harry por las "inquietudes" de su organización benéfica
La polémica de la fundación Sentebale alcanza un nuevo nivel tras conocerse que la Comisión de Organizaciones Benéficas abre un expediente "para evaluar el cumplimiento de la organización benéfica y de sus fideicomisarios con sus obligaciones legales"

El príncipe Harry sigue en el ojo del huracán desde la semana pasada tras ser acusado de “acoso e intimidación a gran escala” en el seno de la organización benéfica africana Sentebale.
Se trata de una organización creada en 2006 a iniciativa del nieto de la Reina Isabel II y el príncipe Seeiso de Lesotho, en memoria de sus madres fallecidas, para apoyar a los niños afectados por el VIH y el sida en el sur de África. Un objetivo loable que, sin embargo, se ha visto empañado después de que Sophie Chandauka, directora de la fundación, cargara públicamente contra el duque de Sussex tras la dimisión de este a finales de marzo.
Chandauka aseguró en declaraciones a “Sky News” que tanto el príncipe Harry como el príncipe Seeiso llevaban meses intentando echarla de la organización “mediante intimidación y acoso”, y estableció una relación entre la salida del duque de Sussex de la familia real británica y la pérdida de ingresos de la fundación benéfica: “Cuando fracasó, el príncipe Harry y su equipo comenzaron a informar a los patrocinadores contra mí y contra la organización benéfica, porque esa era una forma segura de expulsarme si se consideraba que no estaba teniendo éxito en mis esfuerzos de recaudación de fondos”.

La directora insiste en que la mengua de los fondos de Sentebale está estrechamente relacionada con la salida del príncipe Harry de la familia real inglesa, momento en el que los patrocinadores empezaron a echarse atrás y se redujo de forma considerable el número de donaciones. En cambio, acusa al duque de Sussex de urdir un plan para culparla a ella de la pérdida de liquidez de la organización.
Investigan al príncipe Harry
La polémica que ha sacudido a esta fundación benéfica que mueve millones de libras en Reino Unido ha llevado a la administración pública a intervenir. La Comisión de Organizaciones Benéficas de Inglaterra y Gales, un organismo regulador que supervisa las organizaciones benéficas para garantizar que operen de manera legal y transparente, acaba de emitir un comunicado en el que anuncia que abrirá un expediente para “evaluar el cumplimiento de la organización benéfica y de sus fideicomisarios, tanto pasados como presentes, con sus obligaciones legales”, lo que incluye al príncipe Harry y a Sophie Chandauka.
La Comisión de Organizaciones Benéficas, dependiente del Departamento de Cultura, Medios de Comunicación y Deporte -el equivalente al ministerio de Cultura en España-, asegura en el escrito que se encuentra “en contacto directo con las partes que han planteado inquietudes para recabar pruebas” que puedan ayudar a esclarecer lo sucedido.

“El objetivo del organismo regulador, de acuerdo con su mandato legal, será determinar si los fideicomisarios actuales y anteriores de la organización benéfica, incluido su presidente, han cumplido con sus deberes y responsabilidades según la ley de organizaciones benéficas. La Comisión no actúa como árbitro ni mediador y se rige por el principio de garantizar que los fideicomisarios cumplan con su deber principal para con su propósito benéfico y sus beneficiarios”, reza el comunicado en el que se informa que todavía no se ha llegado “a ninguna conclusión”.
El príncipe Harry, "conmocionado y desconsolado"
Aunque el príncipe Harry no se ha pronunciado públicamente sobre esta controversia, Alex Rayner, un amigo al que conoció en la Escuela Eton y con el que mantiene contacto habitual, sí aseguró en “The Daily Mail” que Su Alteza Real se encuentra “conmocionado” por las acusaciones en su contra y “afligido” por la forma en que se han desarrollado los acontecimientos.
Rayner, que asegura tener el beneplácito de Harry para hablar en su nombre, mantiene en el diario inglés que su amigo “está completamente desconsolado y atónito de que la organización benéfica que fundó cuando era adolescente haya sido tomada como rehén por la presidenta. Se siente como si fuera una adquisición hostil”, y compara lo que ha ocurrido con la pérdida de un miembro: “Para él es como si le cortaran un dedo”.
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