Declaración

José Luis Moreno, al juez: “No soy el capo de nada”

El productor televisivo asegura en la Audiencia Nacional que no tiene testaferros y denuncia que es objeto de un “linchamiento: “Hoy el día a día me lo pagan mis hermanas”

José Luis Moreno ha negado ante el juez del “caso Titella” -la supuesta macroestafa que llevó a su detención en junio del pasado año- que esté al frente de una asociación ilícita dedicada al blanqueo de capitales. “No soy el capo de nada”, ha asegurado según fuentes jurídicas.

El productor televisivo -que pidió declarar voluntariamente ante el magistrado de la Audiencia Nacional Ismael Moreno- ha defendido que “no tiene testaferros” porque, ha señalado, “no podría soportarlo”. En incluso se ha emocionado al referir al magistrado que su situación económica no es precisamente desahogada: “Hoy me pagan el día a día mis hermanas”.

Según ha explicado, no conocía ni a Antonio Aguilera -otro de los supuestos cabecillas de la trama- ni a Alejandro Roemmers, el ex socio argentino al que habría estafado 40 millones para la superproducción “Resplandor y tinieblas”, a quien definió como “buena persona pero muy influenciable”. “No busqué a Aguilera y a Roemmers. Me vinieron a buscar a mí”. De hecho, ha llegado a comentar que “no podía saber que los fondos de Aguilera eran sospechosos”. De haberlo sabido, ha añadido, se hubiera ahorrado “este linchamiento”.

Moreno ha defendido una y otra vez su trayectoria profesional, que ha desvinculado de cualquier actividad ilícita. “No soy el capo de nada. Mi carrera tiene 3.000 producciones y más de 150 millones en contratos firmados”, ha resaltado.

En 2018 debía cinco millones a Hacienda

Según ha revelado, en 2018 “debía a Hacienda cinco millones de euros, y ahora algo más de tres. Y si Roemmers me hubiera pagado debería menos”.

En cuanto a una anotación sospechosa, “mordida”, que figura en su agenda, el productor ha replicado que en realidad se trata de “una serie” que ya tiene su “Biblia hecha”, pero que era “tan violenta que TVE jamás la hubiera aceptado”.

La investigación, que culminó el pasado junio en la “operación Titella”, acarreó la detención del productor televisivo y de decenas de personas vinculadas supuestamente a una macroestafa que se habría servido de una panoplia de empresas pantallas para blanquear con presumibles ingresos de sus proyectos televisivos.

Moreno evitó la cárcel al depositar un aval hipotecario por los tres millones de fianza que le impuso el juez, que además le prohibió salir de España, le retiró el pasaporte y le obligó a comparecer semanalmente en el juzgado, unas medidas cautelares que el empresario pretende suavizar tras su declaración.

Fianza de tres millones

El ventrílocuo -a quien el juez imputa delitos de asociación ilícita, blanqueo, estafa, falsedad documental, fraude fiscal e insolvencia punible- pidió el pasado noviembre comparecer ante el instructor de forma voluntaria (un derecho que asiste a todo investigado) después de que en su primera cita ante el titular del Juzgado de Instrucción número 2 de la Audiencia Nacional se acogiese a su derecho a no declarar.

En el escrito en el que solicitaba declarar, su defensa calificaba de “error tremendo” la imputación de Moreno y hacía hincapié en que el resultado de la investigación era “marcadamente exculpatorio” para el empresario. El letrado se quejaba de que las acusaciones no habían podido aportar “un solo indicio racional de criminalidad” más allá de conjeturas.

La investigación apunta la existencia de dos tentáculos de la supuesta trama. Una estaría liderada por el propio Moreno y otros dos investigados -Antonio Aguilera y Antonio Salazar- y dedicada presuntamente desde 2017 a estafar a bancos e inversores privados, a falsificar cheques y pagarés y al blanqueo de capitales. Al frente de la segunda sitúa al presunto narcotraficante Carlos Brambilla, que habría utilido la trama para blanquear sus ganancias.

Moreno está en el punto de mira por haber estafado supuestamente 40 millones de euros al empresario argentino Alejandro Roemmers, su socio en Dreamlight, impulsora de la serie televisiva Glow and Darkness (Resplandor y tinieblas), una superproducción sobre la vida de San Francisco de Asís que el ventrílocuo anunció en marzo del pasado año pero que todavía no se ha estrenado. Roemmers, que ejerce la acusación particular en el procedimiento, declarará el próximo 9 de marzo.

La “tarjeta de visita” para lograr financiación

El instructor sostiene que dado que Moreno es una “persona pública muy reconocida”, prestaba su nombre “como tarjeta de visita” con la finalidad de conseguir financiación para supuestos proyectos, por lo que era “el principal receptor de los fondos obtenidos”.

Fuentes próximas al investigado aseguraron ayer a LA RAZÓN que Moreno estaba “tranquilo” y dispuesto a declarar “a todas las preguntas”. Y es que el productor televisivo sigue insistiendo en que las empresas que el juez considera meras sociedades instrumentales que habría utilizado para el blanqueo “existen, tienen una actividad lícita, así como trabajadores, y su actividad es real”.

“Sigue creyendo en su inocencia”, insistían fuentes de su entorno, que lamentaban no obstante los “gravísimos daños y perjuicios en todos los ámbitos de su vida, tanto en la personal y familiar como en la profesional” que le está ocasionando su imputación.