Opinión
Carta de Carmen Lomana a Ana Soria: "Nos interesaba un comino conocerte, sabíamos lo suficiente"
"Todo esto obviando que él era un hombre casado, con lo cual ya resultaba bastante cínico"
Que cutre y de países subdesarrollados es esta nueva historia del PSOE y la venta de votos aprovechándose de la marginalidad y la pobreza. Me ha sorprendido tanto que en pleno siglo XXI sigan ocurriendo estas cosas que recuerdan épocas pasadas de caciquismo, de película de Buñuel. El PSOE, por más que queramos asociarlo a la progresía, ¡es imposible! Tiene unos ramalazos de la España negra que no hay Falcon que lo arregle. Las urnas nos dirán, y espero que demuestren, que somos más que racistas insultando a jugadores negros o comprando votos.
Pero hoy lo que me pide mi cabeza es comentar la entrevista de Pablo Motos a Enrique Ponce y Ana Soria en «El Hormiguero». Me descoloca y me parece completamente innecesaria. Fue tremendamente cursi. Nos contaron cómo se conocieron en plan flechazo cuando él, en la plaza de toros de Almería, miró al tendido y vio a un «pibón» de mujer, de 20 años. Flechazo que siguieron alimentando en Instagran hasta tener una primera cita. Todo esto obviando que él era un hombre casado, con lo cual ya resultaba bastante cínico. Ana Soria, por su parte, soltó una letanía de reproches al mundo, en general, y a la prensa, en particular, por hablar de ella y criticarla sin conocerla. Mira Ana, no hacía falta conocerte más ni nos interesaba un comino, sabíamos lo suficiente, que no teníais el más mínimo respeto hacia Paloma Cuevas y sus hijas, mostrando hasta el empalago vuestro amor, de una forma que daba vergüenza ajena en redes y revistas.
Falta de respeto y empatía
Abrazos, besos, todo tipo de declaraciones por parte de Enrique Ponce de amor eterno y ni siquiera su mujer conocía que Enrique tuviese una amante. Lo que se criticó aquel verano en el que saltó la noticia fue el descaro y la poca vergüenza al humillar de esa forma a una mujer que con una gran dignidad se mantuvo callada. Tu novio y su mujer eran una pareja muy conocida y querida que nunca habían dado un escándalo, por eso nos sorprendió el descaro con que os mostrásteis. Dos personas se pueden enamorar sin poder evitarlo, eso nadie lo critica. Tampoco la diferencia de edad, pero sí esa falta de respeto y empatía. Creo que en un momento dado alguien os aconsejó discreción y os retiarásteis de esa súper y cursi demostración amorosa. Por eso no entiendo el sentido de esta entrevista. ¿Para qué no os olviden? ¿Por pura vanidad? Ana, dijiste que era tanta la presión que dejaste de estudiar porque necesitaste terapia de ayuda. Imagina lo que tuvo que necesitar la mujer de Enrique, aguantándoos estoicamente, tanto que no podía ni creerlo, cuando tres meses antes de salir esta noticia estaban en Bora Bora con preciosas fotos en plan pareja celebrando su veinticinco aniversario de boda. Si queréis que os respeten, esta entrevista sobraba, y aún más contar paso a paso cómo fue el engaño. Bastante insoportable y sin ninguna gracia en mi opinión. Pero la vida fluye y nos da agradables sorpresas al conocer que Paloma Cuevas y Luis Miguel están enamorados. Creo que muchos nos alegramos. ¡Luis Miguel es lo más! El Sol de México le llaman. Sus canciones son preciosas y según me ha dicho un pajarito siempre le gustó Paloma.
Los dos se merecen ser felices, Él no ha tenido, a pesar de sus éxitos, una vida fácil y estoy segura de que en Paloma encontrará el cariño, cuidado y ternura que se merece. A ustedes, les deseo un estupendo fin de semana y que voten con responsabilidad.
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Pasividad ante la tragedia