Polémica

Luigi Mangione, el acusado por el asesinato de Brian Thompson, enciende las redes con su físico: vuelve el efecto halo

Se trata de una tendencia innata de la mente humana a dar por bueno lo que considera bello. En España lo vimos con Daniel Sancho

Luigi Mangione, el acusado por el asesinato de Brian Thompson
Luigi Mangione, el acusado por el asesinato de Brian ThompsonRedes sociales

Un joven de 26 años de nombre Luigi Mangione ha sido detenido por el asesinato en Nueva York de Brian Thompson, ejecutivo de la mayor aseguradora sanitaria de EEUU, UnitedHealthCare. El detenido tenía en su poder un documento manuscrito que podría dar pistas sobre su motivación y estado mental. El joven fue arrestado la mañana del 9 de diciembre en un McDonalds de Altoona, Pensilvania, donde un empleado lo reconoció rápidamente por sus facciones y llamó a la policía.

Las fotografías del detenido no han tardado en circular por redes sociales, a pesar de que su cuenta de Instagram ya ha sido cerrada. Una clausura que no ha valido para que las imágenes se viralicen con el pretexto de la evidente belleza del acusado. Luigi Mangione cumple con casi todos los cánones estéticos exigibles a un hombre en la cultura occidental, y a pocos usuarios de Internet parece importarles los cargos que pesan sobre él.

La comunidad de X, otrora Twitter, no ha tardado en alabar la belleza de Mangione y frivolizar sobre el asesinato de Thompson, asegurando incluso que podrían perdonar el crimen a cambio de un idilio.

Una suerte de delirio colectivo que se ha repetido con frecuencia en los últimos meses. En España el máximo y más reciente paradigma es el de Daniel Sancho, el asesino de Edwin Arrieta condenado a cadena perpetua cuya melena rubia y abdominales definidos llevaron a “las sanchistas” a pedir su inmediata liberación, argumentando que su belleza era incompatible con el horror de su crimen.

Nada nuevo en Estados Unidos, más acostumbrados a los asesinos reconvertidos en ídolos de masas por los casos de Jeffrey Dahmer o los hermanos Menendez, ambos casos recuperados del olvido en forma de serie por Netflix. De hecho, tras el estreno de la última, nació una plataforma que exigía una revisión de la sentencia de Lyle y Erik, condenados a cadena perpetua por el asesinato de sus padres. Una postura compartida por el propio fiscal de Los Ángeles, que se sumó a la petición.

Esta inclinación a ser más comprensivos o empáticos con los guapos se explica por el llamado efecto halo, una tendencia innata de la mente humana a dar por bueno lo que considera bello. De hecho, las estadísticas demuestran que los presos más atractivos tienen más posibilidades de reinsertarse en la sociedad y encontrar trabajo tras salir de la cárcel, como le ocurrió a Jeremy Meeks, considerado el reo más guapo del mundo, al que se le ofreció un contrato como modelo en cuanto quedó en libertad.