Conflicto

Tenso encuentro entre Cayetano Alba y su hermana Eugenia en el bautizo de su sobrina nieta Sofia en Sevilla

Los hermanos fueron uña y carne durante buena parte de su vida, pero en estos momentos están completamente distanciados

Cayetano Martínez de Irujo rompe con su familia en el bautizo de la hija de los Duques de Huéscar
Cayetano Martínez de Irujo rompe con su familia en el bautizo de la hija de los Duques de HuéscarEuropa Press

Tras varios días de enfrentamientos verbales, Cayetano Martínez de Irujo y su hermana Eugenia vivieron ayer un esperado encuentro durante la celebración del bautizo de Sofía, su sobrina nieta e hija de Fernando Fitz James Stuart y su esposa, Sofía Palazuelo, duques de Huéscar.

A la entrada de la Iglesia sevillana de San Román, antigua sede de la Hermandad de los Gitanos, Cayetano ha eludido las preguntas de los periodistas con un “hoy no es el día de hablar del tema, pero no me preocupa encontrarme con Eugenia…”.

En el interior del templo no intercambiaron palabra ni se sentaron juntos, y, posteriormente, tras la ceremonia religiosa, se vieron en los jardines del Palacio de Dueñas, propiedad de los Alba, pero tampoco compartieron momentos de charla.

Los hermanos fueron uña y carne durante buena parte de su vida, pero en estos momentos están completamente distanciados. Hace unos días, Cayetano, como recordaran nuestros lectores, declaraba sobre Eugenia que “desde que murió nuestra madre, ella se ha unido a otros hermanos y ha prescindido de mi. Ya no me necesita porque está contenta con su vida, esta feliz, cosa que me alegra, que es lo que siempre he querido”.

A lo que su hermana contestó más tarde a una reportera que “¿sabes lo que le pasa a Cayetano? Pues que se aprovecha de que los demás no hablamos, no abrimos el pico. Debe ser eso, porque, si no…”

Eugenia Martínez de Irujo y Narcis Rebollo
Eugenia Martínez de Irujo y Narcis RebolloGTRES

La cuestión es que, hoy por hoy, con el único de los hermanos con el que se habla Cayetano es con Fernando. Con el resto, nada. Por tanto, no extraña que el “desencuentro” de anoche sea una realidad.