
Verano
La crónica del sábado de Lomana: Marbella: cualquier tiempo pasado no fue mejor
Un año más me encuentro en mi querida Marbella que está cada año más exultante de belleza y ambiente.

Comentaba con una amiga ayer cómo ha sabido evolucionar y reinventarse con los mejores hoteles de Europa, rodeados de campos de golf y buenísima oferta gastronómica internacional. Un ejemplo es el restaurante Cipriani que el pasado verano tuvo una facturación mayor que el de New York durante todo eñ año. Marbella es una ciudad absolutamente internacional y moderna, sin perder ni un ápice su encanto y sus tradiciones. Visitar su casco antiguo es una delicia. Yo les recomendaría una mañana de verano empezar por la preciosa plaza de los naranjos, desayunando un rico chocolate con churros, con la energía recuperada una vuelta por sus calles blancas y estrechas con tiestos colgados en sus paredes como una calle que lleva mi nombre «Carmen», que es de las más bonitas. Si continúan por ella llegan a la iglesia de la Encarnación, que es de una gran belleza. Sigan perdiéndose y se encontrarán tienditas con preciosos vestidos boho chic, y todo tipo de ofertas para dejarse llevar.
Sigue habiendo un tipo de personas que cuando hablan de Marbella siempre lo hacen rememorando el pasado, algo que me parece absurdo. Cada época tiene su momento. Esas personas que poblaban la jet de los 60 y los 70 en su mayoría ya no viven y su mundo era excluyente reuniéndose todos en el Marbella Club. fundado por Alfonso de Hohenlohe Langeburg. Se reunía aristocracia alemana y austriaca que, por sus relaciones, atrajeron a nombres como Liz Taylor, Sean Connery, Audrey Hepburn y muchos más. Otra época bonita fueron los 80, con el multimillonario árabe Kasogui y su barco Nabila. Pero en Marbella eso de cualquier tiempo pasado fue mejor no es real. Con la excepción de Puerto Banús, que debería de ser cuidado como antes.
Starlite es otro de los grandes pluses de aquí. Ayer, uno de los conciertos de este divertido festival nos hizo pasar una noche emocionante. Fue Miguel Bosé y su fantástico concierto con una producción en escena absolutamente preciosa. Miguel está en un momento buenísimo de voz y, sobre, todo personal. Nada que ver con ese Miguel que no reconocíamos de mal carácter. Con mucha fuerza de voluntad, ha sabido renacer y ser el ser humano maravilloso y sensible que siempre fue. Agradecido a la vida y a todos los que llenaron hasta los topes Starlite. Nos emocionó con sus reflexiones sobre la vida. Ha sido muy criticado e incluso calumniado por la terrible envidia que invade a muchas personas ante lo que ellos nunca podrán ser. Recordando la canción dedicada a Sevilla que fue apoteósica, me despido hasta la próxima semana que tendré un año más. Cumplo el primero de Agosto y adoro ese día dando gracias a la vida y a Dios.
✕
Accede a tu cuenta para comentar

Estío gubernamental