Moda
La tercera oportunidad para Delpozo
La firma renace de la mano de Joaquín Trías, que se enfrenta al reto de resucitar la marca que conquistó a Melania Trump
Liderada por Joaquín Trías, la casa madrileña lleva desde 2024 luchando por recuperar el brillo que le llegó a dar su fundador en los 80 y que, tras el fallecimiento de este, alcanzó de la mano de Josep Font. Con el catalán, de hecho, se produjo el cambio de nombre y su proyección internacional, con clientes en medio mundo y celebridades como Keira Knightley, Chiara Ferragni o Melania Trump, como grandes fanes de sus diseños.
En 2021 llegaron las vacas flacas y se decidió cerrar la compañía, aunque aquello más que un cierre fue una hibernación que ahora Trías ha levantado gracias a hacerse con la mayoría de acciones de la firma (Perfumes y Diseño, propietaria tras el fallecimiento de Jesús del Pozo, conserva un pequeño paquete de acciones). Y si la llegada de Font en 2011 se anunció a bombo y platillo, con un espectacular desfile en el parque de El Capricho, esta vez se ha apostado por un perfil mucho más discreto, conscientes de toda la expectación que rodea todo lo que le sucede a una de las firmas españolas con más repercusión internacional.
Para presentar la nueva etapa se optó por la actriz Tilda Swinton. A ella llegaron a través de la estilista Jerry Stafford, que se encontraba en Madrid rodando «La habitación de al lado», de Pedro Almodóvar. Así es como convencieron a la oscarizada intérprete de convertirse en un eslabón más en el lanzamiento de la compañía, aunque la gran discreción que buscaron hizo que nunca llegara a quedar claro cuál era el propósito de la casa con Obertura, su primera colección.
De esto ha pasado algo más de medio año y este fin de semana presentaban en París sus nuevas propuestas, que ahora han llevado a Nueva York, con la idea de volver a introducir en sociedad una firma que gozó de gran predicamento en la sociedad americana. Trías confesaba que han modificado precios (aunque la prenda más barata no baja de 600 euros) y que buscan convertirse en algo más que una mera firma de moda: quieren ser un híbrido entre costuras y lo audiovisual.
Las siluetas recuerdan en parte a las creaciones de Font, pero se ha buscado una paleta cromática más fría, volviendo la vista a las propuestas iniciales de Jesús del Pozo. El patronaje sigue siendo parte de la clave del ADN de la casa y para ello se ha contado con patronistas experimentados. El top y el pantalón se convierten en uno de los iconos de la casa que, además, no reniega de buscar nuevas líneas de negocio: según informa Modaes, están abiertos a lanzar una línea de perfume y en el medio plazo podría aparecer la versión masculina, reivindicando así el inicio de la casa madrileña, que comenzó vistiendo al hombre. En 2027, esperan alcanzar los 10 millones de facturación, a lo que les puede ayudar las colaboraciones que plantean, como la de Manolo Blahnik.