Crimen en Tailandia

El tribunal tailandés pospone de urgencia la vista de Daniel Sancho

Los jueces han decidido posponer hasta el próximo día 13 de noviembre este señalamiento.

Un juzgado de la isla tailandesa de Samui ha pospuesto hasta el próximo 13 de noviembre la comparecencia de Daniel Sancho para testificar ante el tribunal, debido a que el chef, acusado del asesinato premeditado y ocultación de cadáver del cirujano colombiano Edwin Arrieta, ha solicitado la presencia de un intérprete de español.

La audiencia con el juez, que comenzó a las 09.00 hora local del jueves con la presencia del acusado, fue retrasada inicialmente unas horas y a continuación se aplazó dos semanas, según informó la Agencia EFE. Asimismo, la corte asignó al joven un abogado de oficio local, el letrado Krit Sudthanom, quien aseguró que aún no se ha reunido con el sospechoso, y que en principio no lo hará hasta la próxima cita en los juzgados.

El chef lleva sin representación legal en Tailandia desde el 7 de septiembre, después de que su padre pusiera fin a los servicios de su abogado tailandés por diferencias en las estrategias de defensa.

Entretanto, Rodolfo Sancho se ha desplazado a la idílica isla para acompañar a su hijo en estos fatídicos momentos. El actor, que trabaja con un despacho de expertos legales en España para encauzar una línea de defensa favorable, acudió este jueves a la corte junto a una traductora local.

Todos los alegatos y procedimientos judiciales en los tribunales del reino asiático se realizan en tailandés, y sólo los abogados nativos cualificados están autorizados a litigar en los juzgados de su país. Además, en los casos castigados con la pena capital, el tribunal está obligado a designar un letrado defensor, independientemente de si el acusado ha solicitado o no servicios jurídicos de oficio.

El Ministerio Fiscal presentó el miércoles su informe ante el tribunal, y, de acuerdo con la información a la que ha tenido acceso la agencia EFE, en él se acusa a Sancho de tres delitos: asesinato premeditado, ocultación del cadáver y destrucción de documentos ajenos. Para conocer el contenido de dicho documento, La Razón se puso en contacto con Ramon Chipirrás, criminólogo del despacho de los representantes legales de Rodolfo Sancho, quien confirmó que, hasta el jueves por la mañana, ellos mismos no habían tenido acceso al mencionado dictamen de la fiscalía tailandesa.

Daniel Sanchopermanece en prisión provisional desde el 7 de agosto, en Koh Samui, a la espera del juicio en el que será procesado por el asesinato premeditado y descuartizamiento de Edwin Arrieta. Se trata de un macabro crimen, que tanto las autoridades tailandesas como la fiscalía consideran que fue deliberado, un agravante que, de demostrarse, podría acarrear la pena de muerte o, en el mejor de los casos, la cadena perpetua.

Antes de que se celebre el juicio penal, el fiscal, el abogado del acusado y el propio imputado se deberían de reunir para presentar oficialmente la declaración del litigante y discutir cualquier información relativa a los testigos y las pruebas que se presentarán.

En Tailandia no existe el sistema de jurado, por lo tanto, es responsabilidad del juez que preside el tribunal determinar la culpabilidad o inocencia de un acusado, así como determinar la sentencia si este es declarado culpable.

Una vez que se han presentado todas las pruebas, el tribunal fijará una fecha para el decreto del juez, que generalmente tarda de dos a cuatro semanas en producirse. La sentencia incluye un resumen de la alegación del demandado, las pruebas presentadas, las conclusiones del tribunal y el veredicto.

Para conocer el veredicto final contra Daniel Sancho habrá que esperar un tiempo, sin embargo, existe un caso similar en la historia tailandesa que, de ser declarado culpable, quizás permita evitar la condena máxima al sospechoso.

En 2019, el español Artur Segarra fue sentenciado a muerte en el país asiático por el asesinato en 2016 de otro español, Daniel Bernat, en Bangkok. Durante el juicio Segarra negó su responsabilidad en los crímenes, pero finalmente se demostró que torturó y robó a la víctima.

En 2017 la justicia tailandesa le condenó a muerte por asesinato premeditado, entre otros muchos delitos como robo, tortura o falsificación de documentos. Además, tuvo que devolver el dinero robado a la familia de Bernat, aunque siguió declarándose inocente.

Aunque la sentencia fue firme dos años después, el rey de Tailandia, Maha Vajiralongkorn, conmutó la pena capital por cadena perpetua en 2020, cuando Segarra admitió sus actos en una carta dirigida al monarca en la que solicitaba el indulto.