Perfil personal

El drama que truncó la vida de Karlos Arguiñano y su mujer

Padres de siete hijos, una de ellas adoptadas, la familia que ha formado el cocinero con su esposa atravesó momentos muy dramáticos

Karlos Arguiñano y su mujer, María Luisa Ameztoy Alfaro
Karlos Arguiñano y su mujer, María Luisa Ameztoy AlfaroInstagram

Karlos Arguiñanolleva más de 40 años entre fogones y casi los mismos en televisión. Entrando por el estómago ha logrado hacerse un hueco en los hogares de todos los españoles, con recetas tan reproducidas que han conquistado también las librerías, con un sinfín de libros. Una nuevo se lanza al mercado y para promocionarlo, el cocinero se sienta a charlar con Pablo Motos en ‘El Hormiguero’. El chef de origen vasco ya ha estado en varias ocasiones en el access de Antena 3, donde ha regalado alguna que otra píldora sobre cómo es su vida más allá de la cocina, cuando cuelga el mandil y se convierte en marido, padre y abuelo. A pesar de los frutos que le granjean sus numerosos negocios, su preocupación en los últimos tiempos ha estado centrada en su esposa, María Luisa Ameztoy Alfaro, quien atraviesa un momento bajo de ánimo. Desde que se casaron en 1974, hace ahora 50 años, han formado equipo, además de una multitudinaria familia con siete hijos y trece nietos.

Karlos Arguiñano durante su paso por 'El Hormiguero'
Karlos Arguiñano durante su paso por 'El Hormiguero'Atresmedia

La pandemia del coronavirus pasó factura a su matrimonio, pues su mujer cogió miedo a la enfermedad y no se siente con ánimo para salir de casa: “Se nos está haciendo muy largo, esta historia está siendo dura de verdad. Luisi, mi mujer, no sale de casa por la pena. Me dice tú sales mucho”, decía el pasado año, tiempo que lleva buscando solución a este problema. Y es que esta situación le está impidiendo disfrutar de sus nietos como le gustaría. Su mujer siempre ha sido la “brújula” que ha puesto en buen camino a la familia, pero también en sus negocios, siendo su mejor aliada y compañera de aventuras. También de lloros, pues a lo largo de su vida han tenido que enfrentarse a situaciones muy complicadas, aunque siempre presentando un frente común e indestructible. Así sucedió, por ejemplo, cuando afrontaron el peor revés que la vida les tenía reservado: la muerte de dos de sus hijos.

Este varapalo les sobrevino quizá en el peor momento económico. Mientras echaban cuentas para llegar a final de mes y en un momento delicado, Luisi sufrió el aborto de dos de sus hijos a los siete meses de gestación, truncando sus sueños de ser madre. Así lo explicaba Karlos Arguiñano en una de sus visitas a ‘El Hormiguero’: “Los dos primeros se nos murieron, con siete meses se nos murieron los dos niños. Siete meses y nacieron muertos.Y mi mujer lloraba y lloraba, con razón, claro. Y yo animándola, ‘tranquila, que tienes un pedazo de marido, esto lo vamos a volver a intentar las veces que haga falta’. Y luego vinieron otros seis y una que tengo adoptada, ya somos siete. Todos emparejados, todos con hijos menos mi hija, que tiene pareja, pero no tienen niños. Y ahora me toca aprenderme los nombres”, buscaba de sacar el lado positivo y echarle algo de humor a uno de los momentos más traumáticos de su vida.

Arguiñano en su cocina y en tu casa
Arguiñano en su cocina y en tu casaAntena 3Atresmedia

Después de más de una década en Antena 3 dando ideas para cocinar y aportando su gracia a todas las recetas, Karlos Arguiñano se ha convertido en un rostro habitual para los españoles. Su carácter campechano y su espontaneidad siempre han remado a su favor, aunque nunca ha estado exento de polémicas por sus chistes que no siempre hacen gracia a todos. Ha rechazado estar en programas en los que se hace reality del arte de la cocina. Él se lo toma muy en serio y así se lo ha transmitido a sus siete hijos, quienes trabajan codo con codo con él en sus negocios. Eneko, Zigor, Karlos, Martín, Joseba, Amaia y María Torres son sus vástagos y todos ellos siguen sus pasos en sus proyectos, menos Karlos, quien sintió la llamada del cine: “Mantenemos el buen clima laboral en la familia, porque siempre hicimos cosas en grupo, en la casa y en el trabajo. No somos de discutir. Nos llevamos muy bien. A ninguno nos gustan las peleas y solemos estar muy de acuerdo en la mayoría de las cosas importantes”, aseguraba el chef, orgulloso del imperio que ha creado con su familia.