De Malasaña a Pozuelo
¿Vanguardia o diseño para «nuevos ricos»?: los expertos valoran la casa de «Los Javis»
«Fría, sin alma y disonante con su personalidad». Los expertos analizan la nueva y lujosa casa de Javier Ambrossi y Javier Calvo en el municipio más caro de Madrid
Hacía tiempo que una casa no levantaba tanta polémica en nuestro país. Quizás desde que Isabel Preysler desvelara los secretos de «Villa Meona», unas fotografías de un hogar no se habían comentado tanto. Esta semana, la revista «AD» llevaba a su portada la espectacular vivienda que se han construido «Los Javis», el dúo artístico y sentimental formado por Javier Ambrossi y Javier Calvo. Fundadores de la compañía Suma Content y creadores de «Paquita Salas», «La mesías» o «La llamada», la pareja se ha mudado, al más puro estilo fortuna latinoamericana, del centro de Madrid a las afueras de la capital. Su precio, según fuentes consultadas, no bajaría de los 2.500.000 euros.
La idea, según reconoce Calvo a la publicación de Condé Nast, era plantear un espacio abierto a sus amistades: «Esta casa es muy social. Siempre hay gente, siempre hay fiestas, siempre hay alguna lectura de guion… Queríamos un lugar que no solo fuera para nosotros, sino también para nuestra familia y nuestro trabajo». Esto se traduce en una vivienda creada por el estudio Mesura donde los muros de hormigón se salpican con obras de referencia dentro del diseño, con apellidos como Eames, Milá o Urquiola.
Y pese a lo cuidado del diseño y la preocupación por reducir los residuos, la casa no ha estado libre de polémica. «Me aburre que me mata», aseguraba en sus redes sociales el diseñador de interiores Guillermo García de la Hoz. «No me imagino una fiesta divertida en esa cocina impoluta». «Es una casa de ricos más», le respondían desde el estudio de La Casita de Wendy. ¿Qué le ha pasado entonces a este diseño para que haya generado sentimientos tan encontrados? «Falta el alma de los propietarios», asegura la interiorista Irene Dizy. En su opinión, no parece un hogar acorde con la personalidad de «Los Javis», sino una casa desapasionada que «entra en contradicción con la imagen que proyecta esta pareja, con su mente aparentemente inquieta y creativa. Las estancias no fomentan la imaginación. Falta su alegría y sobra orden, cemento, frialdad y perfeccionismo».
La casa destaca por su concepción minimalista, con grandes ventanas en madera de iroco que introducen el interior en la vivienda y que compite en espectacularidad con las obras de arte que cuelgan de las paredes, con artistas como Barquero (el artista favorito de Calvo) o Fabio McNamara. «Cada vez están más presentes en el diseño las losas prefabricadas», nos explica la interiorista Blanca Yagüe. «Pero creo que esto responde más a la cultura de la inmediatez en la que vivimos que a la generación de residuos. Personalmente, habría incluido elementos y materiales con más textura, que aportaran algo más de calidez».
[[H2:«Le falta vida»]]
Eso sí, no vamos a negar que la casa también tiene quien la defienda. No todo son críticas. Jesús Palomero, interiorista de Sanpal, una referencia de la decoración en la ciudad de Salamanca, afirma: «Arquitectónicamente me parece muy interesante. El jardín es precioso y la curva que genera la terraza es muy bonita, como el protagonismo que tiene el alcornoque. Me gusta mucho el diálogo entre el interior y el exterior. Es cierto que le falta vida, pero un hogar se construye conforme se va habitando». Uno de esos detalles donde se crea esa personalidad de la casa es posiblemente un pequeño cuadro de San Miguel Arcángel, que aparece casi escondido en el despacho, y que es una pieza de herencia de Ambrossi. Por su parte, Yagüe también destaca la relación interior exterior: «Es una tendencia incluso para las casas pequeñas. También me gusta el equilibrio que logran entre el hormigón y la madera».
Espacios para habitar, eso sí, tienen, porque a falta de gran garaje para una colección de coches al más puro estilo de un futbolista de Primera División, los Javis han optado por lugares donde pasárselo bien. Así, según podemos ver en el reportaje de la revista de interiorismo, cuentan con una sala de cine al más puro estilo Hollywood, un capricho de Javier Calvo. Ambrossi, por su parte, se ha permitido el lujo de tener una biblioteca inmensa, que es posiblemente el rincón más espectacular de "El alcornoque", el nombre que a lo mejor recibe esta casa. Se completa, además, con algunas "frivolidades", como una sala de fiestas, una antecámara para poder ver la televisión en el piso superior justo antes de irse a dormir, y, una de las piezas que más polémica ha levantado, una segunda cocina a la que se accede desde la principal. Según afirman los propietarios, la idea es poder recurrir a ella cuando haya invitados y no se quiera tener la pila llena de cacharros.
Vista la casa y analizada por los expertos, lo que queda por saber es cuántos de los que se han animado a criticarla estarían dispuestos a pasar horas viendo una película en sus sillones, darse un baño en la piscina o buscar un libro en la infinitas baldas de la librería. Porque, ¿alguien en este país está dispuesto a decirle que no a «Los Javis»?
✕
Accede a tu cuenta para comentar