
Tribunales
La jueza cita a declarar como investigado a Nacho Cano por la denuncia de la becaria de "Malinche"
Interrogará por videoconferencia a otros tres becarios que se encuentran en México y reclama antes de diez días a la productora toda la documentación sobre los bailarines becados
La jueza Inmaculada Iglesias, que investiga a Nacho Cano tras la denuncia de una becaria de nacionalidad mexicana por supuesta contratación de emigrantes en situación irregular para su espectáculo musical Malinche, ha citado a declarar como imputado el próximo día 20 al productor y compositor y a otras tres investigadas, entre ellas la directora de operaciones del espectáculo, Roxana García Drexel. Así consta en una resolución en la que la titular del Juzgado de Instrucción número 19 de Madrid acuerda una batería de diligencias para impulsar la instrucción, entre ellas la comparecencia como testigos de dos agentes de la Policía Nacional responsables del atestado (la toma de declaración de la denunciante, Lesly Guadalupe O. F.) que dio origen a la investigación.
Según explica en la resolución en la que acuerda la medida, no ha citado a declarar antes a los investigados para evitar "la pena de banquillo", pues con carácter previo era necesario practicar las diligencias "necesarias e imprescindibles" para determinar si existen indicios de su participación en delitos contra los derechos de los extranjeros y de los trabajadores. Algo que ahora sí acuerda, justifica, porque han sido los propios investigados quienes así lo han solicitado.
Asimismo, la instructora -que rechaza expulsar del procedimiento a CC OO, que ejerce la acusación popular- acuerda la citación como perjudicados de otros tres becarios que se encuentran ya en México, y a los que tendrá que interrogar por videoconferencia, "a través de los correspondientes mecanismos de cooperación judicial internacional". En función del resultado de estas testificales, anticipa, acordará el resto "a la vista del número y de la complejidad que conlleva" llevarlas a cabo.
Iglesias da diez días de plazo al consejero de la escuela Jana Producciones, Javier Alfonso, responsable de las becas del musical, para que aporte al juzgado "toda la documentación acreditativa de su actividad de formación en relación a los supuestos becarios" del espectáculo. Tanto en lo referente al "proyecto formativo", matiza, como todo lo relativo a la "documentación financiera".
En ese mismo plazo, la instructora le emplaza a identificar a los profesores de los becarios que llevaron a cabo la "actividad de formación" de la veintena de bailarines seleccionados en México para el musical, "con el fin de ser citados como testigos".
La jueza también quiere escuchar el testimonio de los representantes de la Fundación Casa de México en España, de la Fundación Arte que alimenta y de la empresa Hoteles Las Descalzas.
La magistrada da cuenta del resultado de un informe de Inspección de Trabajo según el cual la autora del dictamen no tuvo acceso a las declaraciones de los 17 bailarines mexicanos becados, en las que refirieron que recibieron instrucciones para "hacerse pasar por turistas". Una de esas becarias, Victoria H., relató a la Policía que les dieron indicaciones a través de un grupo de WhatsApp de que entraran en nuestro país "sin portar ningún tipo de documentación que los relacionara con la compañía La Malinche u otro que pudiera indicar que su intención era quedarse en España". Se les conminó, explicó, a viajar de forma escalonada y, si eran preguntados por el motivo de su visita, debían decir que venían de turismo, para lo que les aconsejaban llevar encima una guía turística "e ir separados entre sí".
En cuanto a las condiciones económicas, aseguró que recibían una asignación inicial de 300 euros, después de 400 y "actualmente de 500" para cubrir gastos de transporte local, desayunos y cenas, coladas... La jornada de ensayos, que se llevaban a cabo en la parroquia de San Juan de la Cruz, era de 9:30 a 18:30.
Sobre cómo iban a regularizar su situación administrativa en España en materia de extranjería, dijo que le prometieron "hacerlo de inmediato mediante un permiso de estudiantes que comenzaría a tramitarse a partir de los tres meses" de su llegada a nuestro país.
En esa misma línea, recoge la instructora, otro de los becarios, César S. M. L., aseguró en su declaración que las jornadas de trabajo durante la representación del musical en el recinto de Ifema se prolongaban de 14:00 a medianoche, cuando finalizaba la obra (los sábados hasta la una de la madrugada). Esporádicamente, explicó, también asistía puntualmente a alguna otra función entre semana, "al contrario que el resto de compañeros". Algo que le generaba "una sensación de inseguridad e inestabilidad" al pensar que "no estaba dando la talla", hasta el punto de que llegó a solicitar asistencia psicológica, "siendo esta denegada".
En cuanto a la regularización de su situación en España, dijo conocer únicamente que "se encontraba en trámite", aunque admitió no tener mucho conocimiento "del estado real de su visa de estudiante en España".
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