Ocio

Gente

Julián Muñoz: “Isabel Pantoja forma parte de la maleta de mi vida y se abrirá el día que me muera”

A sus setenta años, no quiere recordar los tiempos en que estuvo junto a la tonadillera: “No me interesa lo que haga en televisión”, dice. Vive su destino con tranquilidad y resignación.

Julian Muñoz junto a sus hijas Elia y Eloisa durante un permiso penitenciario / Gtres
Julian Muñoz junto a sus hijas Elia y Eloisa durante un permiso penitenciario / Gtreslarazon

A sus setenta años, no quiere recordar los tiempos en que estuvo junto a la tonadillera: “No me interesa lo que haga en televisión”, dice. Vive su destino con tranquilidad y resignación.

Vive alejado totalmente del mundo mediático y se considera «un superviviente de la vida». Hablar con Julián Muñoz no es fácil, y que conceda una entrevista mucho menos, pero en esta ocasión hace una excepción para LA RAZÓN y no rehúye ni una sola de nuestras preguntas. A lo largo de la conversación salen nombres como los de Isabel Pantoja, Chabelita, Colate, Mayte Zaldívar... Es sincero y nada prepotente. El Julián de antaño se ha reconvertido en un hombre sencillo y afable, al que le gusta cocinar y jugar con sus nietos. Vive con una de sus hijas y lo único que le pide a la vida «es vivir con tranquilidad».

Asusta la palabra cárcel?

–No me importa escucharla, ni me asusta. Estuve en la cárcel, es imposible olvidarlo... Pero no hablaré de esto hasta el día que me muera.

–Y cómo es su vida actual?

–Tranquila, dedicado a mis hijas y mis nietos, vivo con una de ellas, Eloísa, y me siento tranquilo y relajado.

–Dicen que cocina muy bien.

–Ahora mismo estoy haciendo un puchero de patatas al estilo de mi pueblo, que lleva patatas fritas y cortadas en lonchas finitas, ajo, pimentón, aceite, agua, hoja de laurel y una guindilla. Me muevo bastante bien entre fogones.

–Pues monte un puesto «gourmet» junto al que Mayte tiene en un mercado malagueño.

–Ja, ja, ja. Que no, que estoy retirado de todo. Hago una vida de asceta. Gracias a Dios, estoy rodeado de una familia maravillosa que me quiere, es mi mejor apoyo. Recuerdo una frase que dijo una de mis hijas cuando entré en la cárcel: «A mi padre me lo han quitado», y qué verdad fue. Pero, bueno, en el fondo me considero un superviviente, porque hay que echarle muchos cojones a la vida para salir adelante. Si no, te come.

–Cómo está su situación judicial?

–Al final tuve que llegar a un acuerdo para no pasar toda mi vida en prisión. De ánimos ando muy bien, tengo unas ganas de vivir tremendas.

–Se ha publicado que esconde dinero en paraísos fiscales.

–No me he quedado con ningún dinero... Y me parece increíble que en un país que está lleno de corruptos el malo sea yo cuando todo está contaminado.

–¿Sigue a Isabel Pantoja en «Supervivientes», cree que es una buena participante o no?

–No me interesa, veo muy poco ese programa, y me de igual lo que haga esa mujer. Es que no quiero ni opinar sobre el tema, no me preocupa lo más mínimo lo que haga o deje de hacer...

¿No la ha visto ni una sola vez?

–Bueno, sí, el día que dijo que pescaba muy bien.

–Y lo hace bien?

–...

–Por lo menos opine sobre su relación tan estrecha con Colate.

–Cada uno puede hacer lo que quiera en la vida. Yo solamente digo que el amor es muy bonito...

–¿El amor?

–Ja, ja, ja. Entiende lo que quieras.

–¿Qué recuerdos le trae su fallido noviazgo con la cantante?

–Tuvo cosas buenas y cosas malas. Y ahora mismo no me produce el menor sentimiento recordar aquello. Y punto.

–¿Habla desde el rencor?

–Hablo desde lo que siento.

–Cuando echa la vista atrás piensa que habría sido mejor no haber sido pareja de esa señora?

–Eso forma parte de la maleta de mi vida, y se abrirá el día que me muera.

–Muchos llegaron a pensar que lo suyo fue una unión por interés...

–Cada uno puede opinar lo que quiera. La verdad la sé yo.

–Es curioso que Chabelita, siempre que habla de usted lo hace con un cierto cariño.

–Nunca le di motivos para que hable mal de mí... Le demostré mucho cariño.

–¿Cree que los Pantoja son una familia un tanto desestructurada?

–No tengo ni idea. Y prefiero no opinar.

–Esta misma semana, Pantoja miraba al cielo y afirmaba rotunda: «A él lo quiero y a ti ya te he olvidado», refiriéndose claramente, por este orden, a quien fuera su marido, Francisco Rivera, Paquirri, y a Julián.

El ex alcalde Marbella pasa de este tipo de indirectas tan directas y asegura que «no quiero entrar en polémicas con nadie».

–¿Ha mejorado su salud?

–Estoy algo mejor, pero me tomo 16 pastillas diarias. Tengo 70 años y lo único que pido es tranquilidad y que mi salud vaya a mejor.

–¿No le gustaría trabajar en algo sencillo, regresar al mundo de los restaurantes que conoce tan bien?

–Soy muy mayor ya, estoy muy viejito. En este momento de mi vida estoy dedicado por entero a mis hijas y mis nietos. ¿Qué voy a hacer? Llevo una existencia tranquila, una vida sana, demasiado medicada, pero sana, no me queda tiempo para otras actividades.

–¿Y para una novia?

–Tampoco. Desde que rompí mi última relación conocida, estoy sin pareja. Podría tenerla, pero ya no valgo para el sexo...

–Bueno, queda el amor, el cariño, envejecer juntos...

–Ya, pero aquí hay lo que hay. Y lo que no hay es una mujer a mi lado con la que compartir ese tipo de sentimientos.

–¿Guarda buen recuerdo de su última novia?

–Un recuerdo extraordinario. Es una gran mujer. Que no funcione una relación, en algunos casos, no significa que pierdas todo el contacto con tu ex pareja. Pero, por deferencia hacia ella, prefiero no nombrarla, porque es una mujer anónima hacia la que siento mucho cariño y un gran respeto. Y espero que sea mutuo.

–¿Y con su ex mujer y madre de sus hijas, Mayte Zaldiíar, tiene relación?

–Claro que sí. Es la madre de mis hijas, la abuela de mis nietos, y nos respetamos mucho. Es una gran mujer. He cometido errores grandes, pero, gracias a Dios, mantengo una relación excelente con mis hijas y mi ex mujer.

–¿De qué se arrepiente?

–Fundamentalmente, de haber hecho daño a mis hijas. Y ya dije públicamente que me arrepentía de los mil delitos que cometí y de haber dejado abandonadas a mis hijas. Afortunadamente, sienten por mí un cariño inmenso, igual que yo por ellas. Lo pasado, pasado está y ya he pagado por ello.