Chamberí
Exilios dorados
Empecé mi semana con los mejores deseos de ponerme la sonrisa y no enfadarme por nada... Misión imposible. En el momento en el que abro los periódicos a la hora del desayuno se me atraganta el croissant al leer que Botín ficha a Rodrigo Rato. ¿Es esto posible? Otro premio a un imputado, a una persona considerada por la revista «Bloomberg Bussines Week» como el quinto peor directivo del mundo, a un desastroso y sospechoso gestor que ha llevado a Bankia al desastre, dejando a una gran cantidad de ahorradores afectados por las preferentes en la ruina, la mayoría de ellos pensionistas. Y resulta que ahora será asesor internacional del Santander... Tiemblen ustedes. Me apresuro a cancelar mi cuenta en el banco al que siempre he sido fiel, incluso he trabajado en él..., pero esto no. La moraleja es que si queremos ser premiados con exilios dorados en Suiza, consejos de administración o un puesto en el Senado tenemos que estar imputados por malversación, llevarnos los dineros públicos o poner un Nóos en nuestra vida...¿Ustedes qué opinan? Quizá yo sea rubia y un poco tonta, y por eso no entiendo estas cosas.
Paso a la frivolidad que forma parte de la inteligencia para poder sobrevivir a tanta injusticia. Hablemos de moda, del maravilloso desfile en Cibeles de tres diseñadoras peruanas (fue el país invitado este año). Impresionante el trabajo de Mónica Correa, todo pintado a mano, con una riqueza espectacular en tejidos y materiales, inspirados en pinturas cuzqueñas de una elegancia exquisita y mezclando colores como sólo los latinoamericanos saben hacer. Con ella presentaron sus colecciones Sitka Sems y Jessica Butrich, todas dando una lección de buen hacer y belleza. La embajadora de Perú, Cecilia Flores de Eguiguren, fue la anfitriona de la fiesta que ofreció en La Terraza del Círculo de Bellas Artes después del desfile. También en Cibeles di una charla sobre los entresijos de la alta costura y el porqué de los símbolos de casas como Dior con su rosa Blanca o Chanel con su camelia. Fue muy reconfortante estar rodeada de tantísimos jóvenes escuchándome y, sobre todo, el coloquio que mantuvimos, en el que me preguntaron sus dudas o inquietudes. Nada me hace más feliz
¿A que no saben una cosa? Ayer fui a la playa en pleno barrio de Chamberí. Sí, sí, como lo oyen. Y una arena tan fina y blanca como la de Formentera, de la mano de Aristocrazy, que nos montó una playa para presentar su nueva y preciosa colección de joyas, llamada «Ibiza-Formentera»; fiesta original,divertida y con la gente más cool de Madrid... Dress Code para ir a la playa que muy poca gente cumplió. Yo, como soy muy mía para mis cosas, lo hice al pie de la letra y aparecí muy «sicalíptica» (palabra que quiero poner de moda), llena de transparencias.Y ahora me voy a relajar un poquito, que para eso es fin de semana y ando un poco «revirada».
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