La Razón del Sábado
Poco equilibrio interior
Pere Navarro no se muestra cómodo o relajado en sus intervenciones y no busca al otro: apenas mueve las cejas y tiende a descender la vista o a mover los ojos de derecha a izquierda sin mantener la mirada. En situaciones tensas busca el control: lo vemos reflejado en la forma en la que sujeta el índice con el dedo pulgar o cuando su mano derecha agarra a su mano izquierda. Esa tensión también se refleja porque presiona los labios y endurece los hombros. Desea dominar la situación.
Suele apoyarse en una sola pierna –no descansa las dos a la vez–, lo que nos habla de falta de equilibrio interior, falta de aplomo en las intervenciones. Le cuesta sonreír, es poco expresivo con el rostro, pero ha mejorado en sus últimas intervenciones la entonación de la voz, lo que le favorece. También le ayuda su buena gesticulación con los brazos.
El veredicto
Su arma secreta: la entonación de la voz.
Su punto flaco: las manos.
Miente con sus gestos: SI