Opinión

El diario de Amilibia: ¡Se acabó mear Chanel, Pedro!

Puchi no se conforma con que mee amarillo, quiere el rojo de las barras de la estelada

 Cara a cara electoral en Atresmedia entre Alberto Núñez Feijóo y Pedro Sánchez.
Pedro SánchezAlberto R. Roldán La Razón

Cuentan las lenguas viperinas de Waterloo que Puchi ha comentado a sus íntimos en el exilio, en la más estricta privacidad para que el comentario se haga público enseguida, que “Pedro Sánchez meará sangre si quiere mi apoyo”. Esto ya va adquiriendo caracteres de tragedia shakesperiana o de kickboxing, a elegir. Porque como recordarán los viejos aficionados al boxeo, para que un púgil mee sangre es necesario golpearlo muy fuerte en los riñones o, en todo caso, castigarlo con un puñetazo antirreglamentario en los bajos, lo que puede provocar lesiones en la vejiga, los testículos o las vías urinarias. Como es sabido universalmente, Él sólo mea Chanel nº 5 y agua bendita en ocasiones especiales, por ejemplo cuando visita al Papa. Puchi no se conforma con que mee amarillo, quiere el rojo de las barras de la estelada.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (i), durante su reunión con el Papa Francisco, en el Vaticano, (Italia)
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (i), durante su reunión con el Papa Francisco, en el Vaticano, (Italia)POOL MONCLOA/FERNANDO CALVOPOOL MONCLOA/FERNANDO CALVO

En los casos de sangre en la orina, los médicos suelen realizar como primera medida el tacto rectal para examinar la próstata. Puchi no ha comentado aún con sus íntimos si, después de los golpes bajos, proyecta hacerle personalmente al adversario el susodicho tacto rectal sin la gentileza de darle a elegir dedo y, por supuesto, sin la delicadeza de la anestesia ni la mantequilla a lo Marlon Brando. La Yoli, que envió a negociar a Jaume Asens, debería personarse urgentemente en Waterloo para tratar de convencer a Puchi, entre abrazo y abrazo, de que un tacto rectal no es el culmen del tacto para alcanzar un pacto y que una colonoscopia sin cloroformo tampoco es el camino más amable.

Leo: “Rastrean los vínculos de Puigdemont con espías rusos”. Ojito, Pedro, con el polonio.