Opinión

El diario de Amilibia: Oferta de Españas varias para la Yoli

Por ejemplo, tenemos la España vaciada, la parada, la seca, la reseca, la que entierra y desentierra...

SANTANDER, 22/06/2023.- La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, durante su participación en los cursos de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, este jueves en Santander.
SANTANDER, 22/06/2023.- La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, durante su participación en los cursos de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, este jueves en Santander. Pedro Puente HoyosAgencia EFE

No sé si el dato le servirá de algo al paleontólogo Arsuaga, el de Atapuerca, pero parece que evolucionamos: hemos pasado del «que te vote Txapote», al «Sánchez, mamón, llama a Puigdemont» que se gritó el otro día en un concierto de rock en Gerona. Bien es verdad que evolucionamos a gritos y con pareados pancarteros, pero algo es algo, y además es lo que hay. Cristina Pedroche presenta a gritos «Password» y tiene éxito, por lo que se podría concluir que también hemos pasado de «el que no llora no mama» al «el que no grita no mama» y la Pedroche sabe de eso porque ahora le está dando el pecho a su Laia. Leo: «Sumar ensaya varias ‘Españas’: ‘federal’, ‘confederal’, ‘asimétrica’…». Como ella, la Yoli, no hace experimentos con gaseosa, sino con Dom Perignon, le señalo otras Españas para que elija: aprovecha, Yoli, que estamos en rebajas.

Yolanda Díaz, líder de Sumar
Yolanda Díaz, líder de SumarDavid JarLa Razón

Por ejemplo, tenemos la España vaciada, la parada, la seca, la reseca, la que entierra y desentierra, la roja, la azul, la amarilla, la arco iris, la morada, la centralista, la periférica, la tribal, la tonta, la lista, la plural, la del sólo sí es sí, la del no es no, la LGTBI+, la transversal, la pobre, la rica, la eternamente cabreada, la Frankenstein y la Drácula. Sé que me dejo muchas Españas en el tintero, pero esta columna es cortita. Dentro de nuestra evolución, a mí me gustaría que pasáramos de la España «que ha de helarte el corazón» (Machado) a la «España criogenizada», para ver si nos despiertan dentro de unos 200 años y hemos aprendido a votar. O así.