Opinión

El diario de Amilibia: ¿Pedirá Puchi la amnistía de Putin?

Después de lo ocurrido en el Congreso, no sería de extrañar que exigiera que la ley le alcanzara también para que el ruso pudiera estar presente en el regreso triunfal a Barcelona

Russian President Vladimir Putin speaks during a meeting with his election campaign activists in Moscow, Russia, Wednesday, Jan. 31, 2024. Presidential elections are scheduled in Russia for March 17. (AP Photo/Alexander Zemlianichenko, Pool)
Russia PutinASSOCIATED PRESSAgencia AP

Leo: «El Gobierno descubre ahora 300.000 funcionarios ocultos». ¿Dónde estaban escondidos? ¿Hay búnkeres en los ministerios y en otros organismos oficiales? ¿Acaso son los 300.000 enchufados que no van a trabajar nunca o los 300.000 que están siempre tomándose un café en el bar de abajo y no constan en los recuentos? ¿Son los 300.000 que nunca fichan porque tienen permiso para realizar tareas externas, tal que pasear a los perros del jefe, hacer la compra de la señora del jefe o preparar estadísticas para Tezanos sobre la calidad de los pinchos de tortilla en los alrededores del CIS? Y de pronto se me presenta una alucinante sospecha: ¿acaso Putin fue tan generoso como para enviar desde Moscú 300.000 funcionarios rusos para apoyar a Cataluña en su proceso independentista antes y después del1-O? Cuentan las malas lenguas de los servicios secretos que ahí pueden estar gran parte de los 300.000 funcionarios ocultos, agentes del SVR (Sluzhba Vnéshney Razvedki) dispuestos a desestabilizar Europa como sea. Muchos me parecen para pasar inadvertidos. Quizá se dispersaron muy astutamente por Barcelona, Lérida, Tarragona y Gerona disfrazados de pubilles y hereus, con barretina y faixa ellos y gandalla y alpargatas de esparto ellas. Hay que tener en cuenta que preparar la evasión de Puchi en un maletero no fue tarea fácil y sin duda requirió de la habilidad en fugas de un gran número de agentes especializados, quizá hasta la colaboración del James Bond ruso conocido como Maximovich Isáyev e incluso del Pequeño Nicolás, también conocido en Moscú como Malen’kiy Nikolas.

Después de lo ocurrido en el Congreso, no sería de extrañar que Puchi exigiera que la amnistía alcanzara también a Putin para que el ruso pudiera estar presente en su regreso triunfal a Barcelona. O así.