Casas reales
Resuelto el misterio: ¿por qué lleva la Reina Letizia este anillo y no su alianza?
Se ha convertido en su joya de cabecera, tanto que ha recurrido a ella incluso en las situaciones más formales. Te contamos por qué éste y no otro
Se ha convertido en su joya de cabecera, tanto que ha recurrido a ella incluso en las situaciones más formales. Te contamos por qué éste y no otro
En noviembre de 2003, Letizia recibía de su prometido, el entonces Príncipe Felipe, un anillo de diamantes que, junto a la alianza de oro del día de su boda, formó durante unos años parte de la dupla de talismanes en sus dedos. Pero un buen día decidió prescindir de ambos. Evitar lucir el de compromiso tenía sentido por haber sido comprado por Urdangarín, con lo que eso significaba. Pero quitarse la alianza de casada resultó más chocante. La explicación oficiosa era que le molestaba mucho cuando daba la mano. Es cierto que Letizia es de apretar hasta casi crujir los huesos, pero por eso hay quien opta en esos casos por cambiárselos de mano. Ella prefirió cortar radicalmente con ese complemento.
Posó los Cartier, Chanel, Bvlgaris y Yanes en sus cajitas de terciopelo y liberó sus falanges. Al principio con timidez y a raíz de la coronación de Felipe VI comenzó a desempolvar la joyería pesada para combinarla con un nutrido fondo de joyero “low cost”. Y desde el mes de abril no se quita un curioso anillo dorado que primero llevaba en el dedo anular y ahora luce en el índice. Pero, ¿por qué ese anillo?
El exquisito joyero José Pedrazuela (su firma es @pedrabypedrazuela) casi nos desvela el misterio: “Es muy fiel a su familia y amigos. En joyas se atreve con todo y mezcla mucho y bien. Barato con caro, bueno con malo... Los elige ella y se atreve con pendientes baratos y llamativos, que son su complemento favorito”. Es en ese momento cuando Pedrazuela nos da otra de las claves y se acerca a desvelarnos el por qué del anillo fiel de Letizia. “A veces manda mensajes con sus joyas y su ropa. Le gustan las piezas con valor sentimental y no duda en combinarlas con espectaculares joyas de la Corona, como vimos en Londres en su encuentro con Isabel II o en Japón con los Emperadores”. Ahí está el secreto del anillo.
Al parecer, es un regalo de sus hijas. Leonor y Sofía ahorraron los 114 euros que cuesta la joyita diseñada por la inglesa Karem Hallam y se la compraron a su madre. De ahí que Letizia no se quite el anillo. Ella es muy dada a estos detalles sentimentales, le gusta que sus hijas hagan dibujos o ilustren relatos. Ella misma lo hacía para sus padres. Ahora que las niñas van creciendo les toca ir a las tiendas o a internet a comprar regalos para los padres. Y así lo hicieron con el famoso anillo. Como muestra de estos detalles sentimentales que profesa Letizia hay que recordar que durante mucho tiempo llevó una pulsera finita de oro con los nombres de sus dos hijas y de su sobrina Karla Vigo.
Karem diseñó este anillo hace ya quince años. En concreto, el modelo que luce Letizia es de plata y está bañado en oro. Se calcula que al tener los dedos tan finos, la Reina puede ser una talla 10: “Me resulta curioso que antes lo llevaba en el dedo anular y ahora en el índice y en ambos le está bien. También es llamativo que el mes pasado vendimos unos 70 anillos. Esta pieza siempre se ha vendido bien, pero ahora es un goteo constante que va en aumento. También nos lo están pidiendo mucho en Francia, Inglaterra, Bélgica, Holanda y Estados Unidos. Creo que a la gente le sorprende que lo lleve combinado con los impresionantes chatones que lució en Japón”, afirma la diseñadora.
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