Zaragoza

Asalto al convento de la monja pintora

El pasado lunes 28 de febrero las superioras del monasterio cisterciense de Santa Lucía, en el barrio zaragozano de Casablanca, acudieron a la Policía para denunciar el robo de un millón y medio de euros, buena parte de ellos en billetes de 500.

Roban 1,5 millones de euros de un convento de Zaragoza
Roban 1,5 millones de euros de un convento de Zaragozalarazon

Guardaban esta cantidad en un armario, en bolsas de plástico, y notaron la ausencia del dinero a primera hora de ese lunes. Por la noche, mientras dormían, los ladrones habían forzado una de las puertas del convento, se habían introducido dentro y se habían llevado el cuantioso botín.
Fuentes del Cuerpo Nacional de Policía explicaron a Ep que «nos llamaron las monjitas a primera hora de la mañana, entre las 7:30 y las 7:45 horas, diciendo que habían encontrado varias puertas forzadas» en el monasterio y que «había desaparecido una cantidad importante de dinero de allí». Una vez en el lugar, los agentes encontraron las puertas forzadas.
Sobre la procedencia de la fortuna robada, «las monjas dijeron que eran ahorros de toda la vida», según explicaron las fuentes policiales.

Y es que entre las 16 religiosas que viven en el convento está la prestigiosa monja pintora Isabel Guerra, cuyas obras pueden costar entre 2.500 y 12.000 euros. Algunos de sus cuadros se venden en el mercado por 48.000 euros. Su estilo «hiperrealista», más detallado que una fotografía, tiene una tremenda aceptación comercial: expone cada tres o cuatro años y vende toda su obra. En Madrid la representa la galería Sokoa. Ha pintado algunas obras de temática religiosa por encargo, pero ella prefiere la temática costumbrista. También ha pintado retratos de algunos políticos. Aunque las otras monjas de Santa Lucía realizan tareas de encuadernación, restauración de libros y recuperación de pergaminos, parece evidente que el arte de Sor Isabel produjo la mayor parte de ese dinero.

«Caco» afortunado

La Policía, bajo la coordinación del juzgado de Instrucción número 9 de Zaragoza, está estudiando el caso. No se sabe aún si el ladrón entró buscando precisamente ese enorme botín o si era un simple «caco» probando suerte en el convento. Si el ladrón sabía que en las bolsas de un armario encontraría una fortuna, el círculo de sospechosos empezaría a reducirse.

En una entrevista en Radio María con el periodista Guillermo Urbizu, Sor Isabel explicaba hace pocos años que «Los pobres de hoy somos los que vivimos del trabajo de nuestras manos. No se trata de miserias medievales. Se trata de la pobreza normal». Explicaba que en monasterio se levantan a las 5 de la mañana, ensayan mucho los cantos, rezan maitines, laudes, la misa, y a las 9 y media empiezan la jornada laboral. «Es el equilibrio que pide San Benito al monje, porque también el trabajo es una liturgia, y una oración, y una acción de gracias, que te da la posibilidad de vivir de ese trabajo de tus manos», afirmaba Sor Isabel.



Retratista de la luz serena
En un mundo de simbolismos no figurativos, Isabel Guerra pinta escenas costumbristas hiperrealistas. En un mundo de muerte y dolor, ella prefiere sugerir la paz, la belleza, la luz, la serenidad. Madrileña de origen, empezó a pintar a los 11 años y siempre fue autodidacta. A los 23 años entró en religión. «Yo era una pintora profesional cuando entré en el convento. Lo hice pensando que debería abandonar la pintura, pero me dijeron que no, que mi trabajo aquí dentro sería pintar, que eso es positivo para el hombre de hoy», afirmó en diversas entrevistas.