Viva la juventud

Siempre he sostenido que uno de los problemas de la democracia española es que la gente llega demasiado pronto a puestos de relieve, sin apenas experiencia en lo que se refiere a actividad pública o privada. El caso que tenemos más a mano es el de Rodríguez Zapatero. Su mancebía lo llevó a comportamientos tan osados como sentarse al paso de la bandera norteamericana en un desfile del 12 de octubre, o el planteamiento ingenuo que hizo con relación al Estatuto de Cataluña. Eso sin contar sus reiteradas equivocaciones en la crisis económica, que nos han costado cinco millones de parados.

Pero una cosa es pedir cierta experiencia en la gestión y otra distinta la imagen de tiempos provectos que nos traen los nombres de los cuatro líderes socialistas que van a protagonizar el acto central de la campaña electoral del PSOE en Andalucía, con un plantel de espadas extraído de los años prehistóricos en los que la actualidad diaria la marcaban «Filesa», «Malesa», el «Waterguerra» y los GAL. Nada tiene de malo, ciertamente, en que al sexagenario Pérez Rubalcaba le acompañen noveles promesas del socialismo patrio como Felipe González, Alfonso Guerra y Manuel Chávez, todos muy frescos y lozanos, como se puede comprobar. La pena es que no se hayan acordado de invitar también al aquelarre sevillano a «camaleón» Verstrynge y el ínclito Solana. Hubiera resultado un cuadro de lo más primaveral.