Jugador con padre

Adon Santiago Bernabéu no le gustaban los futbolistas con padre protector. Él, que en su juventud había conocido el Madrid galante, sabía los problemas que creaban las mamás de las artistas por los caracteres del nombre en el cartel o el orden de actuación en los espectáculos de «varietés». El presidente del Valencia, Manuel Llorente, acabará hasta el gorro de Mata porque su padre y representante, cada verano, lanza al mercado las oportunidades de su hijo que no se confirman.
Mata es un jugador brillante, pero su trascendencia en el club ha sido siempre inferior a las de Villa y Silva y el mundo ha seguido andando. Cada verano surgen las teóricas ofertas, las posibilidades de que grandes clubes contraten al chico. El Valencia estaría dispuesto a traspasarlo, pero para ello tienen que llegar ofertas concretas y hasta el momento, ninguna.

No se trata sólo de que quienes desean fichar a Mata confirmen sus deseos, sino que, además, se dirijan al Valencia con dinero fresco. No hay ofrecimientos concretos, pero sí presión mediática para que el contrato del jugador mejore.

Cada verano surgen rumores sobre presuntos fichajes de jugadores por los que, al final, no llega el comprador con euros en la mano. Es el modo de mejorar las fichas, es el método del que se sirven algunos intermediarios para recaudar tantos por ciento. En el caso de Mata todo queda en casa, aunque no deja de ser un asunto más de los que se manejan en los diarios en época estival en la que no suele haber otro argumento futbolístico.