Bruselas

Rajoy y Cameron: sintonía en economía división en Gibraltar

Se felicitan por la carta a Bruselas y seguirán hablando del Peñón

Rajoy y Cameron: sintonía en economía división en Gibraltar
Rajoy y Cameron: sintonía en economía división en Gibraltarlarazon

Mariano Rajoy y David Cameron tienen bastantes cosas en común. Los dos son conservadores, los dos han llevado a cabo una serie de reformas nada más formar gobierno y los dos consideran que la austeridad es clave para salir de la crisis. El encuentro entre ambos ayer en Downing Street estaba, por tanto, abocado al éxito. Y lo fue, sobre todo en lo referente a las cuestiones económicas. Tan sólo hubo un pero: el asunto de Gibraltar.

El Peñón volvió a ser la arista incómoda. No hubo acuerdo y el presidente no cedió en su postura. Una vez más, Rajoy volvió a insistir en dos puntos clave. El primero, que los españoles del Campo tengan voz y voto en las negociaciones que atañen a asuntos de cooperación. Actualmente, tan sólo los gibraltareños, el Ejecutivo español y el británico pueden negociar los temas domésticos, pero el líder popular recalcó a su colega que era hora de abrir el tripartito a cuatro. Por otra parte, durante el almuerzo privado, Rajoy repitió que, en lo referente a la soberanía, sólo pueden participar España y Reino Unido.

Desde su llegada al poder, el Gobierno no ha pasado ninguna oportunidad para reivindicar la soberanía del Peñón. Durante el Ejecutivo socialista no se consiguió ningún avance. Todo lo contrario. El PSOE nunca hizo especial intento por poner el debate encima de la mesa y la situación empeoró cuando, en 2009, Miguel Ángel Moratinos se convirtió en el primer miembro del Gobierno español que realizó un viaje oficial a Gibraltar.

En la rueda de prensa conjunta, Cameron y Rajoy se limitaron a decir que tenían «diferentes posiciones». «La soberanía es algo que depende de la gente de Gibraltar y decimos ‘‘no'' a cualquier negociación que los gibraltareños no quieran que llevemos», mantuvo el «premier». En este sentido, Rajoy afirmó que seguirán «hablando en el futuro».

Con respecto a los temas económicos, los dos mandatarios mostraron especial sintonía y ambos se mostraron satisfechos por haber firmado la carta suscrita por doce países ante la próxima cumbre de la UE. Ante la negativa de Francia y Alemania para poner su firma en la misiva, Rajoy puntualizó que «no se trataba de abrir un frente de nadie contra nadie». «Se trata de impulsar un ambicioso proyecto de reformas con determinación y coraje para ponerlas en marcha y no sólo para debatir», indicó el presidente. Cameron dejó la puerta abierta a la posibilidad de que puedan unirse en un futuro el eje «Merkozy» y dijo que los que la han respaldado hasta ahora son «un grupo fuerte».

En lo referente a cuestiones domésticas, Rajoy advirtió a los sindicatos de que no puede haber un «cambio sustancial» en el proyecto de reforma laboral, porque «no sería bueno para España». Los líderes de UGT y CC OO le piden una reunión para negociar, pero el líder del PP dejó claro que ya conoce tanto sus propuestas como las de la patronal CEOE y, como no quiere «engañar a nadie», los ha avisado ya de que no habrá cambios profundos en la norma porque «el Gobierno tiene obligación de gobernar».

Rajoy volvió a calificar la reforma de «justa» y «equilibrada», y apuntó que el proyecto «no podía esperar más tiempo», porque el país no se puede quedar «anquilosado» con una legislación laboral que tiene ya treinta años.


LA LUPA
Segundo asalto

Rajoy dejó claro ayer que la visita a Londres sólo fue el primer asalto y que seguirán hablando de Gibraltar «en el futuro». A buen seguro que el ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, volverá a la carga mañana también en Gran Bretaña en la cumbre sobre Somalia. Será el segundo asalto.