España
Campeón ridiculizado
La intensidad de Portugal deja sin respuesta a España, que fuegoleada. Espectacular primera parte de Cristiano Ronaldo.
«¿Un amistoso contra el campeón del mundo, contra el equipo que nos echó de Suráfrica?» Y las pulsaciones de Cristiano Ronaldo empezaron a subir, la sangre a hervirle. Entonces Busquets le dio una patada que lo mandó por los aires, para «motivarlo» un poco más. La palabra amistoso fue borrada en ese momento del diccionario del jugador del Real Madrid, que se llevó el protagonismo de la primera parte, por su calidad y por sus excesos. Montó un «show» que Portugal continuó tras el descanso hasta humillar a «La Roja», hasta dejarla en ridículo y golpear la estrella que lleva en el pecho gol a gol. Nadie dijo que la vida de campeón del mundo fuera fácil. Es lo que le espera en cada choque: un rival que va a por todas. Sólo era un amistoso, pero escuece, y ya van dos veces.
Ronaldo no tardó en devolver el recado a Busquets. Una venganza evidente, sobre todo cuando se la recriminó Piqué y contestó que si no había visto la patada de antes. Luego la pagó con el árbitro y con su compañero Nani. Corrió por la banda, rompió a Piqué y metió el balón por encima de Casillas. Ya entraba en la portería. Era un golazo, pero Nani remató de cabeza por si acaso y convirtió la jugada en fuera de juego. El tanto fue legal porque cuando el futbolista del Manchester golpeó la pelota, ésta ya había traspasado la línea. Los demonios de «CR7» aparecieron. Se quitó el brazalete y lo lanzó al suelo y empezó a maldecir y hacer gestos como poseído. Va a ser verdad que a este chico no le gusta perder ni a las chapas.
Con esa intensidad afrontó el partido que servía de excusa para promocionar la candidatura conjunta de España y Portugal para los mundiales de 2018 y 2022, y su actitud fue contagiosa. Todo el equipo luso jugó acelerado, presionando en todas las zonas del campo. No es que España se achicara. Todo lo contrario. A través del balón empezó a acumular posesión y el duelo estaba servido: el toque de España contra el ímpetu de Portugal, que poco a poco se iba imponiendo. A la Selección de Del Bosque le faltaba profundidad, pero tenía la pelota. A la de Paulo Bento le sobraba con robar y salir rápido, de forma directa, sin contemplaciones. Un choque de estilos en el que los dos tuvieron sus ocasiones. Silva estuvo cerca de marcar el primero después de una pared que Iniesta hizo con Capdevila de tacón. El lateral zurdo puso el balón en el área y el jugador del City remató solo. El cabezazo acarició el poste, lo mismo que el tiro de Iniesta con la zurda desde fuera del área.
Con sus transiciones, Portugal también metió miedo, y mucho. Casillas pudo con el primer intento de Helder Postiga y con el primero de Martins, pero no con el segundo, otra vez con Cristiano como protagonista. El conjunto luso cortó un pase de Busquets en zona peligrosa y «CR7» arrancó por la autopista de su banda izquierda, la derecha de España. Había cogido subiendo a Sergio Ramos y llegó hasta la línea de fondo. Busquets corrió hacia atrás para corregir su error, pero se llevó un espectacular regate de la estrella lusa. Un amago por un lado, un giro de tobillo y Ronaldo ya había dejado atrás al medio del Barça. Tiró seco y Casillas sólo pudo despejar. Bastante hizo. Martins apareció en el punto de penalti para remachar el 1-0 justo antes del descanso. La intensidad había podido con el toque y Cristiano había descolocado a «La Roja».
Los cambios no calmaron los ánimos. El capitán tenía aleccionados a sus soldados y la presión se mantuvo. El partido se convirtió en una pesadilla para el campeón del mundo. No lo hizo mal con balón, pero sin él fue un desastre. Le costaba replegarse y juntar las líneas y eso para jugadores como Nani es una bendición. Con espacios, ven el cielo abierto. España sufría y no tardó en encontrarse con otro contragolpe y otro tanto en contra. La Selección se iba acercando a la meta portuguesa, no es que desapareciera, pero cuando el equipo de Bento apretaba era para ser letal. Llegaba con demasiada claridad, sin oposición, frente al espesor de «La Roja». Nani se pasó de frívolo al intentar hacer una vaselina a Casillas cuando estaba solo, pero Helder Postiga fusiló al portero español sin contemplaciones. Comenzó la humillación a la que Almeida puso la puntilla al final, en otra contra. El despliegue físico de Portugal se mantuvo hasta el último minuto. Incluso hubo una tangana entre Cesc y Pepe, con Bruno Alves y Danny en medio de la pelea. Todo por vencer a la campeona del mundo.
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