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Nueva York

Charlize Theron: «Sí este personaje me da vergüenza ajena»

Protagoniza «Young Adult», escrita por Diablo Cody

Charlize Theron: «Sí este personaje me da vergüenza ajena»
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En su cabeza todo tiene sentido: Mavis Gary (Theron) vuelve a su pueblo de Minnesota para reanudar su relación con un amor del instituto. Sólo que está casado y acaba de ser padre. Pero a Mavis, escritora de libros juveniles, no le importa. En esta comedia de bajo presupuesto dirigida por Jason Reitman («Up in the air» y aquel fenómeno de «Juno»), la realidad golpea a Mavis mientras intenta romper el matrimonio de su ex novio, se niega a admitir sus problemas con el alcohol y acaba como puede un libro. Conocida por ofrecer respuestas siempre irreverentes, cargadas de doble sentido y palabrotas, la primera cuestión es parte del juego:

-¿Qué hay de usted en la protagonista de este filme?
-Se parece a mí cuando roba maridos. (Ríe). En serio, creo que tiene algunas cosas pequeñas. Ella se enfrenta a todo de forma extrema. Pero creo que todos nos podemos sentir identificados con cierto comportamiento.

-Como Mavis, actualmente no tiene pareja.
-Y me gusta estar sola. Siempre estuve a gusto acompañada. Me siento cómoda cuando tengo a alguien a mi lado. Aunque también me parece estupendo sentirme bien cuando no es así.

-Ha dicho que su personaje todavía no ha crecido. En su caso, ¿cuándo maduró?
-Todavía no lo he hecho. Bueno, no sé si a las personas les pasa alguna vez. Me parece que es diferente para cada uno. Tengo la sensación de que ella se enfrenta a las mismas cuestiones que otras tantas mujeres a finales de los 30. Lo que ocurre es que se comporta como si tuviese 16 años. Con esto no quiero dar lecciones a nadie. Ésta no es la historia romántica de «Peter Pan». Sí, me parece que si no te enfrentas a las cosas de cierta manera vuelven para darte una patada en el culo.

-En cambio, por lo del exotismo, puede resultar beneficioso ser surafricana en Hollywood.
-Sí, Sudáfrica es el mejor país. Y los sudafricanos, los mejores (ríe). Los niños pobres no saben que lo son. No piensan que sean diferentes. En mi caso, ignoro cómo hubiese sido. Pero estoy segura de que el lugar de donde eres marca el carácter. No sé si eso es una ventaja.

-¿Ha sufrido alguna situación embarazosa como le ocurre a Mavis de forma constante en la película?
-Claro. Acabo de estar en el baño con un maquillador gay. Una mujer de la limpieza entró. Yo estaba con los pechos fuera y la señora gritó: "¡Aaahhh!". Acto seguido, yo exclamé lo mismo. Cada una nos hemos ido a una esquina de la habitación. Entonces, llamó a seguridad. Y, bueno, todo esto ha pasado hace tres segundos.

-¿Le ha defraudado la película?
- Opino lo que todo el mundo: me doy vergüenza ajena por el personaje. La vi con mi socio de producción. Al aca- bar, nos quedamos los dos en silencio. Jason me llamó porque estaba preocupado. Ha sido más difícil para mí ver la cinta que interpretarla. Nadie quiere verse gritando en medio de un bar diciendo barbaridades... No hay nada bueno en eso. Pero, con todo, estoy orgullosa de este papel.


La mujer de las mil caras
Es una de las actrices actuales más camelónicas. En 2003 se llevó su único Oscar por «Monster», basada en la dura vida de Aileen Wuornos. Aparecía irreconocible. Dos años después se tiñó de negro para poner rumbo al futuro en «Aeon Fluxus». Y en breve la veremos imponente y altiva como la madrastra de Blancanieves.